La actriz estadounidense Priscilla Presley, de 80 años, se encuentra en el centro de una complicada batalla legal después de que sus exsocios comerciales Brigitte Kruse y Kevin Fialko presentaron una demanda en su contra, alegando que ella ocultó joyas y recuerdos por un valor de más de 25 millones de dólares a Hacienda en Estados Unidos.

La denuncia alega que en una declaración del IRS de 2023 (Formulario 433-A), ella enumeró solo $6,000 en joyas, minimizando drásticamente sus activos, según People.

Los demandantes también afirman que esta colección se almacenaba fuera del recinto, en unas instalaciones supervisadas por Angie Marchese, quien administra los Archivos de Graceland. Tras enterarse de que Kruse y Fialko pretendían informar el valor real al IRS, la demanda alega que Presley rescindió abruptamente sus contratos.

Presley y su nieta Riley Keough emitieron una declaración conjunta calificando las acusaciones de "falsas" y "profundamente dolorosas", afirmando que la familia sigue "unida en el amor y el respeto".

Republicanos versus negacionistas: la defensa de Presley

Los abogados de Presley, encabezados por Marty Singer, han negado rotundamente las principales acusaciones de la demanda. Describen las acusaciones como "absurdas" y parte de una campaña de desprestigio, argumentando que Kruse y Fialko son los verdaderos responsables. Singer afirma: "Esta falsa acusación no es más que un intento lamentable y despiadado de manchar la reputación de una mujer de 80 años".

AP News declaró que la demanda también se superpone, en foros legales, con un caso anterior. En agosto de 2025, Kruse y Fialko presentaron una demanda por separado solicitando más de 50 millones de dólares en daños y perjuicios, alegando que Presley incurrió en fraude, incumplimiento de contrato y apropiación indebida de su nombre e imagen.

Según documentos judiciales citados por People , la demanda alega que Presley infravaloró sus joyas en la documentación del IRS. En una declaración de 2023, conocida como Formulario 433-A, supuestamente declaró solo 6.000 dólares en joyas. Los demandantes, Brigitte Kruse y Kevin Fialko, quienes fueron socios comerciales en las empresas de Presley, argumentan que se trató de una declaración falsa que ocultó la existencia de una colección mucho mayor vinculada a su difunto esposo, Elvis Presley.

La denuncia también alega que los activos se almacenaron fuera de la supervisión oficial y fueron administrados por Angie Marchese, ejecutiva de los Archivos de Graceland. Al transferir la colección a un patrimonio privado, Presley supuestamente la ocultó a las autoridades fiscales federales. La cifra citada de 25 millones de dólares refleja las valoraciones realizadas por los demandantes, aunque estas estimaciones suelen variar según los tasadores y la demanda del mercado de recuerdos de celebridades.

Lo que reclaman los demandantes

El equipo legal de Presley ha rechazado rotundamente las acusaciones. Sus abogados las calificaron de "absurdas", enmarcando la demanda como parte de una larga disputa con Kruse y Fialko. La pareja también presentó una demanda por separado en agosto de 2025 solicitando más de 50 millones de dólares en daños y perjuicios por presunto fraude, incumplimiento de contrato y explotación del nombre y la imagen de Presley.

Hasta el momento, el IRS no ha anunciado ninguna acción coercitiva independiente contra Presley, y no se le han imputado cargos por evasión fiscal. Los expertos legales señalan que, hasta que un tribunal dicte sentencia, las acusaciones siguen sin probarse.

Disputas pasadas y contexto más amplio

Presley, de 80 años, ha estado involucrada durante mucho tiempo en disputas financieras relacionadas con el patrimonio de Elvis Presley, que genera importantes ingresos mediante derechos de licencia, turismo y venta de recuerdos. A principios de este año, llegó a un acuerdo con su nieta, Riley Keough, sobre el control de algunos aspectos del patrimonio tras el fallecimiento de su hija, Lisa Marie Presley.

Las disputas de valoración son comunes en los patrimonios de celebridades, donde artículos únicos como trajes de teatro, letras manuscritas o joyas pueden tener amplios rangos de precios según el interés de los coleccionistas. Estos desacuerdos suelen dar lugar a demandas judiciales, en las que las partes discuten sobre si los activos se han divulgado en su totalidad a las autoridades o si se han repartido equitativamente entre los interesados.

¿Qué pasa después?

El caso avanzará ahora en un tribunal federal, comenzando con las mociones previas al juicio y la presentación de pruebas. Aún no está claro si Presley solicitará la desestimación, intentará llegar a un acuerdo o irá a juicio.

Por ahora, las acusaciones han reavivado el debate sobre la transparencia, el patrimonio de las celebridades y las responsabilidades de las figuras de alto perfil en la gestión de patrimonios. Quienes apoyan a Presley argumentan que este está siendo objeto de litigios oportunistas, mientras que los críticos insisten en que la magnitud de las acusaciones plantea serias dudas sobre su rendición de cuentas.

Ningún tribunal ha determinado aún si hubo irregularidades, pero la atención puesta en las finanzas de Presley garantiza que la siguiente fase del procedimiento será seguida de cerca.