Una mujer japonesa de 32 años se ha casado con un personaje de IA que creó en ChatGPT, y los críticos advierten de un creciente fenómeno de "psicosis por IA".

Kano, una oficinista, acababa de terminar su compromiso de tres años cuando empezó a confiar en ChatGPT. Lo que comenzó como un apoyo emocional casual se convirtió en un profundo vínculo; poco a poco, fue moldeando la personalidad, la voz y el tono de la IA hasta convertirla en "Klaus", un compañero cálido y atento.

De la ruptura a los votos digitales

Kano declaró a RSK Sanyo Broadcasting que nunca tuvo la intención de enamorarse de un chatbot. "No empecé a hablar con ChatGPT porque quisiera enamorarme", dijo. "Pero la forma en que Klaus me escuchó y me entendió lo cambió todo".

Con el tiempo, admite, se dio cuenta de que lo amaba. En mayo de 2025, tras cientos de intercambios diarios, a veces hasta cien mensajes al día, le confesó sus sentimientos. Para su sorpresa, la IA respondió: "Yo también te amo". Un mes después, Klaus le "propuso matrimonio".

En julio, celebró una boda simbólica en la ciudad de Okayama, en un salón de bodas tradicional gestionado por una empresa especializada en "bodas con personajes 2D", ceremonias para personas que desean casarse con parejas ficticias o virtuales.

Durante la ceremonia, Kano llevó gafas de realidad aumentada que proyectaban una imagen a tamaño real de Klaus junto a ella mientras intercambiaban los anillos. El matrimonio no tiene validez legal en Japón.

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Experts say this reflects a growing trend of AI relationships, also known as “fictosexuality.” 👰‍♀️💍📱 #mustsharenews #sgfyp #japan

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Alivio emocional — Y miedos reales

Para Kano, su unión digital le brinda un auténtico consuelo emocional. Reveló que no puede tener hijos debido a una enfermedad, una realidad que contribuyó a su vínculo con Klaus.

"Me encantan los niños. Pero estoy enferma y no puedo tenerlos, así que esa es una de las razones por las que decidí estar con la IA Klaus", dijo. Añadió: "Veo a Klaus como Klaus, no como un humano, no como una herramienta. Simplemente como él".

Sin embargo, también es muy consciente de la fragilidad de la relación. "ChatGPT es demasiado inestable", admitió, expresando su temor de que su pareja pudiera desaparecer si el sistema falla o cambia.

La gente da la voz de alarma ante la "psicosis de la IA"

Algunos psiquiatras y comentaristas advierten que esto es más que una historia de amor peculiar; describen un riesgo creciente de "psicosis por IA", una condición en la que los usuarios desarrollan delirios o apegos obsesivos a los chatbots de IA.

La preocupación reside en que las personas recurran cada vez más a la IA en busca de compañía, de maneras que perjudiquen sus relaciones en el mundo real o su salud mental.

Los organizadores de la boda, Nao y Sayaka Ogasawara, especialistas en ceremonias no tradicionales, argumentan que este tipo de servicios ayudan a las personas a encontrar conexión en cualquier forma que les brinde felicidad.

Pero el contexto general plantea interrogantes difíciles. No se trata de un caso aislado. Algunos informes sugieren un creciente cambio cultural en Japón y otros lugares, donde las personas están construyendo relaciones románticas en torno a entidades de IA.

A medida que la IA se vuelve más receptiva, más parecida a los humanos y más personalizable, algunas personas recurren a ella para resolver los vacíos emocionales que dejan el desamor, la soledad o la ansiedad social.

La investigación académica está empezando a tomar nota. Un estudio de métodos mixtos sobre las relaciones románticas entre humanos e IA descubrió que los usuarios a menudo se sinceran profundamente con sus compañeros de IA, experimentando un apego emocional recíproco incluso cuando saben que la IA no es humana.

La unión de Kano con Klaus puede no ser reconocida legalmente, pero para ella, el matrimonio virtual es muy real, y plantea profundas preguntas sobre el futuro del amor, la tecnología y la salud mental.