En la música alternativa latina, pocas voces son tan inconfundibles como la de Li Saumet, vocalista y rostro de Bomba Estéreo. Su energía caribeña, su estética espiritual y su inconfundible voz la han convertido en una figura global. Ahora, utiliza esa voz para algo profundamente personal: una nueva versión del icónico éxito de Juan Luis Guerra, La Billirrubina.

Esta iniciativa forma parte de una campaña de Aguacates de México y la Asociación Americana de Diabetes (ADA) que busca concientizar, promover la alegría y la cultura gastronómica latina. El objetivo es fomentar la detección temprana de la diabetes tipo 2 en las comunidades latinas. Según la ADA, los adultos latinos en Estados Unidos tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar diabetes en comparación con los adultos blancos no hispanos. La campaña invita a realizar una prueba de detección en línea de un minuto de duración, y Aguacates de México se comprometió a donar por cada prueba completada durante el periodo de lanzamiento.

Li Saumet sonríe cuando surge el tema durante la entrevista. En nuestra conversación, se ríe al recordar la primera vez que escuchó la canción cuando era adolescente. Le digo: "Soy lo suficientemente mayor como para haber bailado esa canción cuando salió". Ella asiente y dice: "Yo también. Esa canción sonaba en todas las fiestas. Es un verdadero clásico".

Para Li, esta colaboración no fue casual. Explica que sus padres tienen diabetes y que el tema ha formado parte de su vida durante años. "Cuando llegó la propuesta, todo cobró sentido porque soy hija de padres diabéticos. Conozco a muchas personas que viven con esta enfermedad. Llevo muchos años vinculada a la salud y la espiritualidad, y estos temas son importantes para mí".

Hubo que reescribir la canción con mucho cuidado. En la nueva versión, las referencias a la pasión desbordante se transforman en mensajes sobre prevención y hábitos saludables. El tono sigue siendo desenfadado, por lo que educa sin sermonear. Li admite que le intimidaba retomar un clásico. También comenta que algo cambió en su confianza hace años. "Desde hace años, me siento muy tranquila con lo que hago. Estoy segura de que cualquier cosa que cree, si me gusta y me hace sentir bien, conectará con la gente".

Su convicción se fortaleció cuando Bomba Estéreo colaboró con Bad Bunny en "Ojitos Lindos", que se convirtió en una de las canciones más reproducidas a nivel mundial de su álbum "Un Verano Sin Ti". El enorme éxito le demostró que la autenticidad, no las fórmulas, es lo que genera impacto cultural. Ella afirma: "Puedes hacer cualquier cosa, grande o pequeña, y si la haces de una manera que realmente conecte contigo, funcionará".

Bomba Estéreo lleva casi dos décadas cultivando esa autenticidad. Lo que comenzó en Bogotá como un experimento de cumbia electrónica evolucionó hasta convertirse en un sonido global que incorpora champeta, reggae, vallenato y pop sin perder sus raíces. Su gran éxito llegó con "Soy Yo", un himno viral utilizado en películas, campañas y aulas para celebrar el orgullo latino. Sus conciertos agotaron las entradas en todo el mundo y su mezcla los convirtió en uno de los proyectos de fusión latina más influyentes del siglo.

El año pasado se marcó otro hito importante. Li y la banda colaboraron con el grupo venezolano Rawayana en el proyecto ASTROPICAL, nominado al Grammy 2026. El álbum se inspira en la energía del zodíaco y cada tema refleja paisajes emocionales simbólicos.

Su activismo a través de la comida tiene un toque personal. Li sigue un estilo de vida vegano y durante las giras sus peticiones entre bastidores son sencillas: "Como al menos uno o dos aguacates al día. En mi camerino siempre hay aguacate, aceite de oliva, sal y limón".

Recuerda el momento en que comenzó su tradición en el camerino. "Recuerdo haber conocido a Café Tacuba. Soy muy amiga de Rubén. Tenía aguacates en su camerino y dije: '¡Guau, increíble!'. A partir de ahora, pediré aguacate".

La fruta se convirtió en parte de su ritual creativo. "Antes de salir al escenario es perfecta porque no te llena demasiado pero te da energía. Después del espectáculo, como quemas tantas calorías, vuelvo a comer guacamole".

Ella espera que esta conexión entre cultura y alimentación sea el mensaje que cale hondo. La campaña se centra en los latinos no como un problema demográfico, sino como una comunidad arraigada en la tradición, la alegría y la resiliencia.

Li dice: "Todo lo que mejore la vida de la comunidad latina es importante. Como artistas, somos canales de la música y la cultura latina. Todos somos uno".

Antes de terminar la conversación, hago una pregunta en broma. Si Bad Bunny actúa en el próximo Super Bowl, ¿estaría ella allí para cantar Ojitos Lindos?

Ella se ríe. "Bueno... una buena idea."
Yo respondo: "Benito."
Ella vuelve a reír.

Salud. Música. Identidad. Sabor. Para Li Saumet, no son temas separados. Son partes de un mismo ritmo. Un ritmo que nace de las raíces y se transforma en cadencia. Un ritmo que enseña mientras invita a bailar.

Porque en su mundo, la prevención puede sentirse como una fiesta y la cultura puede salvar una vida.