La artista estadounidense Lizzo, ganadora del Grammy, habló sobre los graves problemas de salud mental que enfrentó al comienzo de su proceso de pérdida de peso. En una publicación, la cantante de 37 años se describió como "extremadamente suicida" después de que una demanda en 2023 la hiciera sentir aislada y traicionada.

La demanda, que la acusa de acoso y de crear un ambiente laboral hostil en 2023, supuestamente hizo que los medios de comunicación se centraran más en ella, además de en su peso. "Deprimida" y "aislada", la cantante de "Good As Hell" se vio obligada a buscar una nueva forma de procesar su dolor a través de su cuerpo.

Lizzo responde a la demanda de 2023 con aislamiento y pérdida de peso.

Según US Weekly, la demanda de 2023 alegó que tres exbailarinas de apoyo de Lizzo sufrieron acoso sexual, humillación por su peso y un ambiente laboral hostil. La demanda también informó que Lizzo las presionó para interactuar con artistas desnudos en un club de Ámsterdam.

Lizzo, su compañía de producción y su capitán de baile fueron parte de la demanda.

En ese momento, la cantante describió sentirse abandonada e incomprendida después de que se presentó la demanda.

Al detallar el incidente en una publicación de Substack, Lizzo dijo que había cortado el contacto con sus seres queridos y se deprimió profundamente, luchando por confiar en alguien.

Admitió sentirse enojada y frustrada, en gran parte porque no pudo defenderse públicamente. Detalló cómo el impacto emocional afectó su salud mental y física.

Su respuesta a su angustia fue comenzar con la actividad física: pilates.

Ella explicó que las sesiones de ejercicio se convirtieron en una forma de liberar emociones reprimidas y enfrentar su angustia por la salud mental.

"Descubrí que había perdido algo de peso en ese proceso, pero no era tan significativo como lo es ahora", escribió, señalando que sus primeros esfuerzos no fueron intencionales y estuvieron impulsados por el deseo de procesar y superar el dolor y el estrés.

Sin embargo, aclaró que estar delgada no era el objetivo de su proceso de pérdida de peso, sino la necesidad de recuperar su cuerpo tras años de trauma mediático. Lizzo describió su peso anterior como un "escudo protector" y una "zona de confort alegre" que la había ayudado a superar los desafíos de la vida como artista de talla grande.

Lizzo en su viaje de pérdida de peso

Ahora que ha bajado un par de libras, Lizzo ha enmarcado su experiencia no como libras perdidas, sino como libras 'liberadas', señalando el valor emocional y simbólico de su transformación durante más de 2 años.

La cantante enfatizó que su camino se trata de empoderamiento y autoaceptación, y no de esforzarse por estar delgada según los estándares convencionales. Al abordar las ideas erróneas sobre los métodos que empleó para bajar de peso, mencionó que no requirió intervenciones médicas y que persiguió un cambio gradual durante dos años.

A lo largo de la publicación, Lizzo reconoció las presiones que conlleva ser objeto de críticas públicas, ya que afirmó haber sido víctima de abuso emocional en línea y en los medios debido a su peso. A pesar de ser una figura muy segura y con una actitud positiva hacia su cuerpo, sobre todo en su música, Lizzo creía que el trato que recibió fue bastante duro y denigrante.

Sobre las afirmaciones de que sus acciones o publicaciones habían sido "performativas", Lizzo explicó que ha estado trabajando para separar su autoestima de la percepción pública y reclamar autonomía sobre su cuerpo.

"Siempre tendré la elasticidad y la piel de una mujer que lleva un gran peso, y estoy orgullosa de eso", escribió, enfatizando la autoaceptación de que alguna vez había sido "una niña grande".