La reina de las villanas en las telenovelas Chantal Andere no es de las que lloran fácilmente en pantalla. Tampoco en la vida real. "Yo lloro poco", dice con esa voz firme que tantas veces ha usado para hacer temblar protagonistas y encantar audiencias. Pero algo cambió con la versión estadounidense de la serie 'Velvet' y con Doña Blanca, el personaje que ha venido a removerle emociones que no sabía que tenía guardadas.

"He llorado más en esta novela que en toda mi carrera", confiesa entre risas en una entrevista con ENSTARZ ¡Latino!. En su mirada hay algo más profundo. "En mis otros personajes tiemblo de coraje, grito, manipulo, pero no lloro. Esta mujer me partió el alma".

¡Y vaya que se nota! En una de las escenas más intensas que ha grabado en los últimos meses, su Doña Blanca reacciona con una furia clásica —"Le doy una cachetada, ¡ay, qué rico!", relata entre carcajadas—, pero apenas unos minutos después, cae en un llanto desgarrador, pidiendo perdón con una vulnerabilidad que pocas veces hemos visto en ella. "Fue una catarsis. Como actriz y como mujer".

Ni villana ni santa: el personaje más complejo de su carrera

El público la conoce por interpretar a mujeres poderosas, altivas, controladoras. Villanas con estilo, lengua afilada y mirada fulminante. Chantal ha sido durante décadas la reina de las antagonistas en las telenovelas mexicanas, un lugar que le ha dado fama, respeto y millones de fans. Pero también una etiqueta dura de quitar.

"Yo intenté salirme de ahí", recuerda. "Hubo un momento en que dije: 'quiero hacer otra cosa', y lo hice. Pero es cierto que la gente se enamora de una versión tuya, y cuesta mucho cambiarla".

Con Doña Blanca, esa transición se da de forma orgánica. "Parece villana, pero no lo es. Tiene ese temple de acero, esa disciplina feroz que sí tenían mis malas, pero detrás de eso hay una mujer rota, sacrificada, con un dolor que va saliendo poco a poco".

La serie, ambientada en el competitivo mundo de la moda, le permite interpretar a una mujer obsesionada con la perfección, dueña de un taller de alta costura en Nueva York. A primera impresión, es fría, distante, intolerante a las emociones ajenas. Pero esa máscara esconde una historia de pérdidas, de renuncias, de amores que duelen más por lo que no fueron que por lo que fueron.

"Blanca es de esas mujeres que se construyen una armadura para sobrevivir. Pero debajo de todo eso, hay un corazón que late fuerte. Y eso es lo que más me conmovió", confiesa.

Una actriz que renace en cada escena

El reto, dice Chantal, fue no caer en el cliché. "Era muy fácil que el personaje se sintiera como otra villana más. Pero aquí había capas. Había ternura, incluso en su dureza. Había miedo detrás del enojo. Había amor malentendido. Tuve que encontrar eso y hacerlo verdad."

Y lo logró. En 'Velvet', Andere demuestra que es mucho más que una cara hermosa y una villana elegante. Su actuación se mueve con precisión quirúrgica entre la fuerza y la fragilidad. Un gesto mínimo basta para revelar lo que su personaje no se atreve a decir.

"Como actriz, fue un regalo. Sentí que me dieron permiso de mostrar otra parte de mí. Y me encantó que la historia también diera espacio a esa humanidad".

El dolor de Doña Blanca se le hizo eco en lo personal. Mudarse sola a Miami, sin sus hijos, su esposo y su mamá, le ha costado más que nunca. "La familia me viene a visitar", cuenta emocionada. Su madre, la legendaria actriz mexicana Jacqueline Andere, también viajará para celebrar con ella el Día de las Madres, que en México se celebra el 10 de mayo y en Estados Unidos el 11.

"Lo vamos a pasar juntas", anuncia emocionada. "Ella está entera, con mucha salud. Deseosa de trabajar, pero me extraña mucho. Yo soy hija única y soy la que sale con ella, vamos al cine...y ahora estoy acá".

Chantal, la artista integral que nunca se detiene

El público la ama por lo que hace en pantalla, pero quienes han seguido su carrera de cerca saben que Chantal Andere no se define por un solo rol. Ha brillado en teatro musical, ha cantado boleros y rancheras, ha bailado sobre escenarios de todo tipo. "Soy una mujer de escenarios", dice con orgullo. "Y lo seguiré siendo mientras tenga voz, cuerpo y pasión."

Pero 'Velvet', producida y filmada por la cadena Telemundo, llegó en un momento especial. "Yo necesitaba volver a sentirme retada. No quería hacer lo mismo de siempre. Este personaje me obligó a mirar hacia adentro. A llorar cuando quería gritar. A amar cuando quería huir. A perdonar cuando quería vengarme".

Lo que viene después del llanto

Chantal Andere no sabe si volverá a interpretar a alguien como Doña Blanca. "Tal vez no. Y por eso la disfruté tanto. Porque fue única." Pero sí tiene certeza de que no quiere volver atrás. "Después de esto, quiero seguir explorando. Seguir creciendo".

¿La veremos en cine? ¿En una serie internacional? "Ojalá. Estoy abierta a todo. Pero que me haga vibrar".

Lo cierto es que, después de este personaje, el público la verá con otros ojos. Tal vez por primera vez, no como la mujer que arruina bodas y envenena copas de vino, sino como una actriz con la capacidad de romperse —y reconstruirse— frente a la cámara. Y de hacernos llorar con ella.