Aunque Michael Jackson lleva 16 años muerto, las peleas en torno a su patrimonio siguen más vivas que nunca. Su única hija, Paris Jackson, está luchando legalmente con los administradores de la herencia por supuestos pagos no aprobados de unos 625 mil dólares en 2018. En una presentación legal reciente, expresó su preocupación por los "pagos de primas" realizados a tres bufetes de abogados sin la debida aprobación judicial.

Según el diario británico The Independent, la moción destaca las preocupaciones personales sobre la transparencia del patrimonio, valorado actualmente en más de 2 mil millones de dólares. Jackson, junto con sus hermanos Prince y Bigi, es beneficiaria clave del fideicomiso, que se ha convertido en uno de los más lucrativos en la historia del entretenimiento.

De la deuda a un imperio multimillonario

Cuando Michael Jackson falleció en 2009, se informó que el patrimonio tenía una deuda de más de 500 millones de dólares. Desde entonces, los albaceas John Branca y John McClain han supervisado una notable recuperación financiera, según el Washington Informer. Los ingresos han incluido la venta de catálogos, la concesión de licencias de productos, producciones teatrales como MJ the Musical y las regalías recurrentes de la música de Jackson. Actualmente, el patrimonio está valorado en más de 3.000 millones de dólares (2.400 millones de libras esterlinas), según Jonathan Steinsapir, abogado del patrimonio, quien habló con la revista People.

El patrimonio neto personal de Paris Jackson se estima en unos 150 millones de dólares (unos 120 millones de libras), según Finance Monthly. Además de los pagos regulares a su fideicomiso, obtiene ingresos de sus carreras como modelo, actriz y musical.

París Jackson
Paris Jackson sonriendo.

Disputando honorarios legales "excesivos"

En el centro de su demanda legal se encuentra la impugnación de lo que ella describe como "gratificaciones generosas" otorgadas a los abogados de sucesiones. Estos pagos se realizaron en relación con la lucrativa venta de una participación en la editorial EMI, que supuestamente convirtió una inversión de 50.000 dólares (40.000 libras) en una rentabilidad de 288 millones de dólares (230 millones de libras), según Deadline.

Su equipo legal ha expresado su preocupación por la falta de documentación que detalle el trabajo legal involucrado. Argumentan que las sumas podrían incumplir órdenes judiciales previas que limitan los gastos discrecionales y advierten que aprobar dichos honorarios sin un escrutinio minucioso podría sentar un precedente problemático para la supervisión fiduciaria. Paris Jackson no cuestiona el papel de los abogados en la transacción, pero cuestiona el proceso mediante el cual se aprobaron estos pagos.

Los representantes legales de la herencia desestimaron las reclamaciones, argumentando que los pagos fueron razonables y merecidos, según informó People. Argumentan que la compensación de primas es común en las grandes herencias, especialmente cuando los equipos legales obtienen resultados financieros sustanciales.

También señalan que se han seguido prácticas de compensación similares durante años y que estos pagos no representan una desviación significativa del precedente.

¿Qué está en juego para la familia Jackson?

El patrimonio de Michael Jackson ha estado negociando una posible venta del 50% de sus intereses, incluyendo la publicación musical, los ingresos por música grabada y otros activos, en un acuerdo valuado entre $800 millones y $900 millones (alrededor de £640 millones a £720 millones), según Variety en 2023. Para los herederos de Jackson, incluido Paris, la confianza en la gestión del patrimonio es crucial no solo para su futuro financiero, sino también para preservar el legado de su padre.

Su moción exige mayor transparencia en la toma de decisiones importantes en el patrimonio. Expertos legales sugieren que el resultado podría influir en la gestión de los honorarios legales discrecionales de otros patrimonios de famosos en el futuro.

Quince años después de la muerte de Michael Jackson, las cuestiones de control, confianza y responsabilidad financiera siguen sin resolverse.