Por primera vez en la carrera de Dwayne "The Rock" Johnson, una de sus películas ha tenido un resultado muy por debajo de lo estimado. Sin embargo, el artista estadounidense ha defendido públicamente su valiente apuesta de temporada de premios The Smashing Machine después de que su estreno tuvo unos resultados de taquilla notablemente débiles.

La película, dirigida por Benny Safdie y estrenada el 3 de octubre de 2025, se estrenó con gran éxito en festivales, pero fracasó comercialmente en su primer fin de semana. Johnson ha recurrido a sus propios canales para enfatizar que la recaudación de taquilla no mide el valor personal ni artístico del proyecto, citando su compromiso emocional y el proceso de transformación que, según él, lo transformó.

Detrás de esa defensa se esconden cifras crudas y un debate más amplio sobre cómo el drama de prestigio encuentra su audiencia en un mercado impulsado por los eventos.

La realidad de la taquilla: un debut aleccionador

The Smashing Machine se estrenó en 3.345 cines y recaudó aproximadamente £4,45 millones (6 millones de dólares) en su primer fin de semana, lo que la colocó en un distante tercer lugar en el ranking de taquilla de ese fin de semana.

Los analistas y rastreadores de la industria ya han señalado la cifra como el fin de semana de estreno más pequeño de la larga carrera de Johnson como estrella rentable, un resultado que ha provocado un nuevo debate sobre la estrategia de distribución, el apetito de la audiencia y el momento del estreno.

Johnson respondió públicamente con un mensaje conciso en sus canales sociales, escribiendo que "no se pueden controlar los resultados de taquilla" y agradeciendo al público por ver la película.

Johnson respondió públicamente con un mensaje conciso en sus canales sociales, escribiendo que "no se pueden controlar los resultados de taquilla".

El 2 de octubre de 2025, en una entrevista televisada para Good Morning America, amplió ese punto, describiendo el papel como "que cambió mi vida" y detallando el trabajo físico y protésico, más de 20 piezas y una transformación sustancial en masa, al que se sometió para habitar a Mark Kerr.

Johnson también ha agradecido repetidamente a Benny Safdie por impulsarlo más allá de su personaje establecido, y le dio crédito al director por alentar lo que ambos hombres han llamado una práctica de "empatía radical": una insistencia en representar las vulnerabilidades de Kerr en lugar de meramente su bravuconería atlética.

Elogios del festival versus apetito comercial

El contraste entre la recepción de la película en festivales y su fin de semana de estreno no podría ser más marcado. En el 82.º Festival Internacional de Cine de Venecia, Benny Safdie ganó el León de Plata al Mejor Director y la película recibió una ovación de pie, indicadores que, para la crítica y muchos cineastas, indican un gran potencial para premios.

El enfoque de Safdie, filmado en formatos más granulados, eligiendo luchadores reales para papeles secundarios y priorizando el deterioro doméstico por sobre el triunfo en el ring, ha sido ampliamente aplaudido en los círculos de críticos por su intimidad y audacia formal.

Dwayne Johnson: La máquina destrozadora
Dwayne Johnson: La máquina destrozadora

Sin embargo, ese mismo enfoque minimalista, la clasificación R y el intenso tema de la película pueden haber reducido su huella comercial en comparación con las producciones taquilleras habituales de Johnson.

Lo que salió mal y lo que aún importa

Varios factores inmediatos explican el déficit. El mercado del fin de semana estuvo dominado por el cine de eventos y otros estrenos de alto perfil, desplazando a un drama de prestigio de gama media. Los analistas citaron una campaña promocional centrada en lo digital que podría no haber logrado llegar a los espectadores de mayor edad o a quienes no pertenecen a la burbuja de la temporada de premios.

Tráiler de The Smashing Machine

La distribución de A24 suele ser inteligente a la hora de generar impulso crítico, pero traducir eso en audiencias masivas para una película tan sombría es una tarea inherentemente difícil.

Sin embargo, las cifras de taquilla son solo un indicador. Para Johnson y el equipo creativo de la película, el principal logro ha sido una recalibración artística: una estrella convencional que cede voluntariamente su personaje cinematográfico a un estudio de personaje discreto y arriesgado.

Esa apuesta ya ha rendido frutos a nivel profesional y en festivales, y, como sostiene Johnson, también en términos de crecimiento personal.

El mensaje de Dwayne Johnson a los críticos y fans fue simple: se pueden medir los ingresos, pero no se puede medir el trabajo que lo cambió.