El gobierno de Estados Unidos conectó formalmente a la DJ y actriz venezolana Jimena Romina Araya Navarro, conocida como Rosita, con actividades de apoyo al Tren de Aragua. La acusación aparece en una acción oficial del Departamento del Tesoro, en la que Rosita figura dentro de una lista de personas sancionadas por presunto apoyo material al grupo criminal.

Según el documento, publicado el 3 de diciembre de 2025, la artista habría participado en operaciones de financiamiento, apoyo logístico y facilitación de movimientos vinculados a líderes de la organización.

Rosita, de 41 años, es una figura conocida en Venezuela desde su paso por el programa humorístico A Que Te Ríes. En la última década desarrolló una carrera como DJ, presentándose en discotecas de Venezuela, Colombia y otros países de la región.

Su presencia constante en eventos nocturnos y su actividad en redes sociales la mantuvieron en el radar del entretenimiento latino, aunque también estuvo rodeada de controversias desde 2012, cuando fue investigada por autoridades venezolanas por su presunta cercanía con Héctor Guerrero Flores, conocido como Niño Guerrero, líder del Tren de Aragua. En ese momento negó cualquier vínculo y fue liberada sin cargos.

La acción más reciente del Tesoro reaviva esa conexión. El comunicado oficial sostiene que Rosita formaría parte de una red internacional que habría facilitado la operación financiera del Tren de Aragua a través de espectáculos, discotecas y otros espacios comerciales. El gobierno estadounidense afirma que estas estructuras se utilizaban para mover dinero generado por extorsiones, tráfico ilícito y otros delitos atribuidos al grupo. Al aparecer en la lista de sancionados, se congelan sus activos bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe a individuos y empresas de Estados Unidos realizar transacciones con ella.

Hasta ahora, Rosita no ha respondido públicamente a las acusaciones y tampoco se conocen procesos judiciales abiertos contra ella en territorio estadounidense. La sanción no equivale a una condena penal, pero sí la coloca dentro de una lista de interés internacional que puede afectar sus actividades comerciales, sus contratos artísticos y su movilidad. En Venezuela no existe un pronunciamiento reciente de autoridades nacionales sobre ella, aunque el Tren de Aragua continúa siendo investigado como una de las organizaciones criminales más influyentes del país.

Estados Unidos sostiene que la identificación de presuntos colaboradores forma parte de una estrategia para frenar la expansión del grupo, que opera mediante extorsiones, tráfico de migrantes, trata de personas, secuestros y control territorial en cárceles y comunidades. La inclusión de figuras públicas en las sanciones muestra el alcance amplio que el gobierno estadounidense atribuye a la estructura de apoyo del Tren de Aragua.