El Servicio Secreto de Estados Unidos se encuentra bajo escrutinio tras la suspensión de dos agentes uniformadas que protagonizaron una pelea física mientras estaban de servicio frente a la residencia del expresidente Barack Obama en el vecindario de Kalorama, Washington, D.C.

El incidente ocurrió alrededor de las 2:30 a.m. del 21 de mayo y fue captado en video, donde se observa a las agentes intercambiando golpes y empujones. Una de ellas, visiblemente alterada, utilizó su radio para solicitar la presencia de un supervisor, advirtiendo que "necesito un supervisor aquí... inmediatamente antes de que le dé una paliza a esta chica".

La periodista Susan Crabtree publicó el video y el audio del altercado en la plataforma X (anteriormente Twitter), señalando que el suceso tuvo lugar a unos 3 kilómetros de la Casa Blanca. El Servicio Secreto confirmó la veracidad del incidente y suspendió a ambas agentes mientras se desarrolla una investigación interna.

Un portavoz de la agencia declaró a The New York Post: "El Servicio Secreto tiene un código de conducta muy estricto para todos sus empleados, y cualquier comportamiento que lo infrinja es inaceptable".

Más dudas sobre el Servicio Secreto

Este episodio se suma a una serie de incidentes que han puesto en entredicho la profesionalidad y eficacia del Servicio Secreto. En septiembre de 2024, un guardia de seguridad armado se acercó a escasos metros del expresidente Obama, quien se encontraba dentro de su SUV utilizando una laptop, estacionado en un callejón junto al restaurante Mother Wolf en Los Ángeles.

El guardia, que trabajaba en un evento privado en el mismo edificio, relató que al acercarse al vehículo, se sorprendió al ver a Obama en su interior y se retiró rápidamente, temiendo ser considerado una amenaza. El Servicio Secreto afirmó que en ningún momento había protectores en el vehículo durante el incidente, pero testigos presenciales contradijeron esta versión.

Estos eventos han generado preocupaciones sobre la capacidad del Servicio Secreto para garantizar la seguridad de los altos funcionarios y exmandatarios del país. La pelea entre agentes frente a la residencia de Obama y el incidente en Los Ángeles destacan la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos y la formación del personal encargado de la protección presidencial.

La agencia ha enfrentado críticas en el pasado por otros lapsos de seguridad, como el incidente de 2014 cuando un intruso armado logró ingresar a la Casa Blanca, y el tiroteo de 2011 que pasó desapercibido durante varios días. Estos antecedentes, sumados a los recientes eventos en la seguridad del presidente Donald Trump cuando era candidato, ha causado una evaluación de la agencia. Sin, este episodio no ayudará.