La compañera de Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell, la mujer en el centro de uno de los escándalos de tráfico sexual más notorios de Estados Unidos, ha sido trasladada silenciosamente a una nueva prisión en Texas.

Según The New York Sun, Maxwell fue transferido de FCI Tallahassee en Florida a FCI Danbury en Connecticut, y finalmente a FMC Carswell en Texas, una instalación conocida por sus condiciones relativamente cómodas y atención médica especializada.

Maxwell cumple una condena de 20 años por tráfico sexual de menores, una condena que conmocionó a los círculos de élite vinculados al difunto Jeffrey Epstein. Sus movimientos siguen bajo la lupa pública, no solo por sus crímenes, sino por los nombres potencialmente mediáticos que aún giran en torno a los aspectos sin resolver del caso.

La Oficina de Prisiones (BOP) supervisa estos traslados, a menudo alegando motivos de seguridad o salud. En el caso de Maxwell, los funcionarios solo ofrecieron una declaración estereotipada, negándose a dar detalles específicos sobre "privacidad y seguridad". La BOP insiste en que se siguieron los procedimientos estándar. Sin embargo, esta falta de detalles no ha logrado acallar a los críticos que afirman que los reclusos de alto perfil a veces reciben un trato especial.

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Expertos legales señalan que, si bien las necesidades médicas pueden justificar tales traslados, los traslados discretos de alto perfil son inherentemente sospechosos, especialmente cuando el recluso en cuestión es tan conocido como Maxwell. "La transparencia es crucial cuando la confianza pública ya es frágil", declaró un analista a The New York Sun. Los defensores de la reforma argumentan que este episodio pone de manifiesto un problema más profundo: un sistema de dos niveles en las prisiones federales, donde los ricos y bien conectados pueden esperar acuerdos más favorables que los reclusos comunes.

Las cifras respaldan esa desconfianza. Según un estudio del Pew Research Center de 2022, solo alrededor del 30 % de los estadounidenses cree que los presos de alto perfil reciben un trato justo bajo custodia federal. La sombra de la muerte de Epstein bajo custodia en 2019 aún se cierne sobre sus hombros, alimentando las sospechas sobre cómo el sistema trata a sus detenidos más famosos. Una encuesta de YouGov de 2023 mostró que más del 70 % de los estadounidenses quieren que se investigue a todos los asociados de Epstein y Maxwell, sin importar su estatus social.

En redes sociales, la reacción al traslado de Maxwell ha sido rápida y crítica. Muchos usuarios acusaron al gobierno de "llegar a acuerdos a puerta cerrada" y exigieron una mayor investigación sobre el trato que recibió Maxwell y la red de Epstein en general.

Los legisladores de ambos partidos están tomando nota. Tras controversias pasadas, algunos congresistas ya han solicitado una mayor supervisión de las decisiones de la BOP, especialmente cuando está en juego la confianza pública.