El exvicepresidente estadounidense Dick Cheney, una figura imponente y a menudo polémica de la política estadounidense, falleció a los 84 años, según anunció su familia el martes por la mañana. El comunicado familiar indicó que murió la noche del lunes debido a complicaciones derivadas de una neumonía y una enfermedad cardiovascular preexistente.

En un breve homenaje, la familia Cheney dijo: "Durante décadas, Dick Cheney sirvió a nuestra nación, incluso como Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Congresista de Wyoming, Secretario de Defensa y Vicepresidente de los Estados Unidos. Dick Cheney fue un gran hombre que enseñó a sus hijos y nietos a amar a nuestro país y a vivir vidas de valentía, honor, amor, bondad y pesca con mosca".

Trayectoria profesional y antecedentes

Nacido el 30 de enero de 1941 en Lincoln, Nebraska, Cheney asistió brevemente a la Universidad de Yale antes de trasladarse a la Universidad de Wyoming, donde obtuvo sus títulos de licenciatura y maestría.
Inició su carrera en Washington trabajando en oficinas del Congreso y en la administración Nixon.
En 1975, se convirtió en Jefe de Gabinete de la Casa Blanca bajo el mandato del presidente Gerald Ford, cargo que ocupó hasta 1977.
Posteriormente, se desempeñó como Representante de los Estados Unidos por el distrito general de Wyoming desde 1979 hasta 1989.
En 1989, el presidente George H.W. Bush lo nombró secretario de Defensa, cargo en el que supervisó las operaciones militares estadounidenses durante la Guerra del Golfo Pérsico.
Tras un período en el sector privado, incluyendo su cargo como director de la compañía energética Halliburton, Cheney regresó al servicio público como el 46º vicepresidente de los Estados Unidos, cargo que ocupó desde 2001 hasta 2009 bajo la presidencia de George W. Bush.

Durante su vicepresidencia, Cheney llegó a ser considerado uno de los vicepresidentes más poderosos de la historia de Estados Unidos, ejerciendo una influencia significativa en asuntos de seguridad nacional, política exterior y la propia presidencia. Fue una figura clave en la configuración de la estrategia estadounidense posterior al 11-S y un firme defensor de la invasión de Irak en 2003.

Reacciones globales

Trump/Cheneys
El ex vicepresidente Dick Cheney y su hija, la ex representante republicana Liz Cheney, en la apertura del 115º Congreso en el Capitolio en 2017. Donald Trump arremetió contra los Cheney después de que anunciaran que votarían por la candidata presidencial demócrata Kamala Harris.

La noticia de la muerte de Cheney provocó una serie de declaraciones de líderes de todo el mundo, que reflejaban tanto el respeto por sus décadas de servicio público como el reconocimiento de su controvertido legado.

  • Aunque aún no se ha publicado la lista completa de líderes de naciones que han emitido homenajes o respuestas, los medios de comunicación señalan que los comentarios nacionales e internacionales de Estados Unidos ya enmarcan su fallecimiento como el fin de un capítulo trascendental en la política exterior estadounidense.
  • Los observadores señalan que, en casos anteriores de fallecimientos similares de altos dirigentes estadounidenses (como el de Henry Kissinger), gobiernos extranjeros emitieron condolencias formales y reconocieron la influencia del individuo en los asuntos mundiales. Por ejemplo, tras la muerte de Kissinger, China se refirió a él como "un querido amigo" y el primer ministro de Japón expresó su "sincero respeto" por sus contribuciones.
  • En el caso de Cheney, se esperan declaraciones formales en las próximas horas tanto de los principales aliados como de sus adversarios, que probablemente destacarán su papel en la configuración de la postura militar estadounidense, su defensa de la autoridad del poder ejecutivo y la guerra contra el terrorismo. Se prevé que algunos gobiernos enfaticen la estabilidad y la continuidad que proporcionó durante años turbulentos, mientras que otros podrían resaltar los aspectos controvertidos de su legado.

Legado y vida personal

La trayectoria de Cheney estuvo marcada tanto por una profunda admiración como por duras críticas. Sus defensores elogiaban su disciplina organizativa, su profundo conocimiento de la defensa y la seguridad nacional, y su firme liderazgo en tiempos de crisis. Sus críticos, por su parte, le reprochaban su papel en la expansión del poder ejecutivo, su defensa de políticas controvertidas de vigilancia y detención, y los fallos de inteligencia relacionados con Irak.

A lo largo de su vida también luchó contra graves problemas de salud. Sufrió su primer infarto a los 37 años y tuvo varios episodios cardíacos posteriores, hasta que finalmente se sometió a un trasplante de corazón en 2012.

Cheney estaba casado con Lynne Cheney y le sobreviven sus dos hijas, Liz y Mary. Tras el anuncio, comenzaron a llegar numerosos homenajes de amigos, colegas y figuras políticas.

Se espera que la familia anuncie en los próximos días los detalles del servicio religioso y del homenaje.