Giorgio Armani, el visionario diseñador italiano que transformó la moda con su filosofía de elegancia discreta, falleció este jueves 4 de septiembre de 2025 en su casa de Milán, a los 91 años. El Grupo Armani confirmó su fallecimiento en paz el jueves, rodeado de sus seres queridos, marcando el final de una extraordinaria carrera de 50 años que redefinió la forma en que se viste el mundo y promovió el cambio en el que los grandes de la alta costura vestían a las mujeres.

El diseñador, cuyo imperio estaba valorado en más de 8 mil millones de libras al momento de su muerte, se mantuvo creativo hasta el final, habiendo presentado su última colección apenas unos meses antes. Su fallecimiento coincide con la celebración del 50.º aniversario de su firma homónima en la Semana de la Moda de Milán.

La visión revolucionaria del rey de la moda italiana

Nacido en Piacenza, Italia, en 1934, Armani estudió inicialmente medicina antes de dedicarse a la moda en la década de 1960. En 1975, lanzó su propia marca, Giorgio Armani SpA, que rápidamente se convirtió en una de las marcas de lujo más reconocidas del mundo.

Conocido por su estilo minimalista, su paleta de colores apagados y su sastrería impecable, Armani revolucionó la moda moderna. Su trabajo en la década de 1980 popularizó la idea del power suit, usado tanto por líderes empresariales como por estrellas de cine. La película de 1980 American Gigolo, protagonizada por Richard Gere con trajes de Armani, marcó un punto de inflexión que consolidó su reputación global.

Con el paso de los años, Armani expandió su marca a fragancias, accesorios, diseño de interiores y ropa deportiva. Para la década del 2000, su imperio de la moda estaba valorado en miles de millones de dólares y era considerado uno de los diseñadores más ricos del mundo.

Incluso en sus últimos años, Armani siguió participando activamente en la dirección creativa de su empresa y continuó supervisando las colecciones exhibidas en las Semanas de la Moda de Milán y París.

Construyendo un imperio de la moda

Desde sus inicios, Armani expandió metódicamente su marca hasta convertirla en un imperio de estilo de vida de lujo. El lanzamiento de Emporio Armani en 1981 hizo accesible su estética a los consumidores más jóvenes, mientras que sus incursiones posteriores en fragancias, accesorios, hoteles y restaurantes demostraron su comprensión de que el lujo va mucho más allá de la ropa.

Para la década del 2000, su empresa generaba miles de millones de dólares en ingresos anuales, convirtiendo a Armani en uno de los diseñadores más ricos del mundo. Sin embargo, se mantuvo completamente independiente, sin vender nunca a conglomerados corporativos y manteniendo el control creativo y financiero hasta su muerte.

Giorgio Armani
Giorgio Armani
Giorgio Armani con Sophia Loren

La controversia de la Semana de la Moda de Milán 2020

A pesar de su celebrada carrera, Armani no estuvo exento de polémica. En febrero de 2020, durante la Semana de la Moda de Milán, acaparó titulares tras criticar la imagen que la industria de la moda da a las mujeres.

"Creo que es hora de decir que las mujeres siguen siendo violadas por los diseñadores, por nosotros", declaró Armani a la prensa. "Si una mujer camina por la calle y ve un anuncio con una mujer con las tetas y el culo a la vista, está siendo violada de cierta manera".

Los comentarios provocaron una reacción inmediata de grupos de derechos de las mujeres y comentaristas de la industria, muchos de los cuales consideraron el lenguaje inapropiado. Armani aclaró posteriormente que sus comentarios pretendían criticar cómo las tendencias de la moda suelen cosificar a las mujeres, argumentando que durante mucho tiempo había promovido una visión de elegancia y dignidad.

Un legado duradero de elegancia

La influencia de Armani en la moda contemporánea es innegable. Democratizó el lujo, haciendo accesible la ropa sofisticada, manteniendo la exclusividad. Sus diseños han vestido a figuras de todos, desde estrellas de Hollywood hasta líderes mundiales, y sus creaciones para la alfombra roja se han vuelto tan icónicas como las propias películas.

Más allá de la moda, la carrera de Armani también rompió barreras en materia de salud pública y representación. A mediados de los 90, habló abiertamente sobre el VIH/SIDA en una época en la que el tema se solía evitar en la industria de la moda, lo que refleja su disposición a desafiar tabúes.

Incluso a sus 90 años, Armani se mantuvo fiel a sus principios fundacionales, declarando recientemente: "Las mujeres no tienen por qué ser esclavas de la altura, ni sentirse presionadas a vestirse o comportarse de forma misteriosa y sexy". Esta filosofía de comodidad sin renunciar a la elegancia definió toda su carrera.

La cuestión de la sucesión se cierne ahora sobre su imperio. Hasta el momento, no hay un heredero aparente para el negocio de Armani. Sin embargo, previamente había indicado que su director de moda masculina, Leo Dell'Orco, y su sobrina, Silvana Armani, estaban siendo considerados para puestos de liderazgo.

El legado de Armani trasciende las tendencias de la moda. Creó un modelo de lujo moderno que priorizaba la elegancia atemporal sobre los caprichos de la temporada, la comodidad sobre la formalidad y la sutileza sobre la ostentación. En una industria a menudo criticada por los excesos, Giorgio Armani demostró que el verdadero estilo reside en la sobriedad.

Mientras Italia llora la pérdida de uno de sus embajadores culturales más destacados, el mundo de la moda reflexiona sobre una trayectoria que literalmente transformó nuestra forma de vestir. Giorgio Armani no solo diseñó ropa; creó una forma de ser: elegante, segura y sofisticada sin esfuerzo.

El fallecimiento de Armani marca el fin de una era extraordinaria en la moda de lujo. Reconocido por redefinir la sastrería sofisticada y el glamour discreto, construyó uno de los imperios de la moda más reconocidos del mundo.