Luigi Mangione reaparece por primera vez en seis meses: el juez desestima los cargos de terrorismo
Se le acusa de disparar fatalmente al director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson.

Luigi Mangione regresó a un tribunal de Manhattan el 16 de septiembre de 2025, marcando su primera comparecencia ante un tribunal estatal en seis meses. Encadenado, vestido con uniforme de prisión beige y visiblemente apagado, el acusado de 27 años se enfrentó a una audiencia crucial que transformó uno de los casos más seguidos en la historia reciente de Nueva York.
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Mangione está acusado de disparar fatalmente al director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, frente a un hotel en Midtown Manhattan en diciembre de 2024. La fiscalía lo había acusado de asesinato como acto de terrorismo, alegando que sus acciones tenían motivaciones políticas y la intención de intimidar al público. Sin embargo, en un fallo drástico, el juez Gregory Carro desestimó dos cargos de asesinato relacionados con el terrorismo, argumentando que la fiscalía no había alcanzado el umbral legal.
Una reaparición en la sala del tribunal
El regreso de Mangione al tribunal fue breve. Entró por el pasillo central, con esposas en las muñecas y los tobillos, escoltado por agentes. Su cabello parecía recién cortado, su rostro tranquilo, incluso impasible. No habló durante la audiencia, que duró menos de diez minutos. Aun así, su presencia provocó una reacción palpable.


Un grupo de simpatizantes se sentó en la galería de la sala, algunos con colores coordinados y camisetas con mensajes de solidaridad. Cuando Mangione los miró, algunos asintieron. Afuera, la gente se reunió para seguir el proceso, y cuando se supo que los cargos de terrorismo habían sido desestimados, los murmullos se convirtieron en vítores.
Fue la primera vez que el público vio a Mangione en persona desde febrero, y el espectáculo subrayó cómo el caso ha ido más allá del ámbito de un proceso penal estándar hacia algo más grande, un punto de conflicto cultural que ha provocado debates sobre la ley antiterrorista, el poder corporativo y la justicia.
Por qué se desmoronaron los cargos de terrorismo
La decisión del juez Carro se basó en la estricta definición de terrorismo de la ley estatal de Nueva York. Para ello, la fiscalía debía demostrar que la intención de Mangione era "intimidar o coaccionar a la población civil". Las pruebas presentadas ante el gran jurado incluyeron un cuaderno que la fiscalía describió como un manifiesto, así como material con frases como "retrasar, denegar y tomar declaración", interpretadas como una crítica a las prácticas de las aseguradoras médicas.
Sin embargo, Carro dictaminó que, si bien los escritos y la retórica de Mangione revelaban hostilidad hacia el sistema de salud, no alcanzaban el nivel de terrorismo según la ley. El juez concluyó que la fiscalía había exagerado la definición. En consecuencia, se desestimaron los cargos de homicidio en primer grado como delito de terrorismo y de homicidio en segundo grado como delito relacionado con el terrorismo.

El fallo fue una victoria para la defensa de Mangione, quien desde hace tiempo ha argumentado que el estado se extralimitó al presentar el asesinato como un acto de terrorismo. Sin embargo, la acusación más grave persiste: asesinato en segundo grado, un cargo que podría mantener a Mangione tras las rejas durante décadas si es declarado culpable.
La dimensión federal
Incluso con los cargos de terrorismo de Estado descartados, los problemas legales de Mangione están lejos de terminar. La fiscalía federal continúa con su propio caso, que incluye cargos de asesinato, acoso y violación de la ley de armas. El Fiscal General de los Estados Unidos ya ha indicado que el Departamento de Justicia solicitará la pena de muerte si Mangione es condenado por cargos federales.
Esta estrategia estatal y federal superpuesta ha suscitado dudas sobre la doble incriminación y la imparcialidad. Los abogados de Mangione argumentan que enfrentarse a dos procesos a la vez es intrínsecamente injusto. Hasta el momento, los tribunales han rechazado estas alegaciones, señalando que los sistemas estatal y federal funcionan de forma independiente.
La próxima audiencia previa al juicio estatal está programada para el 1 de diciembre de 2025, mientras que el cronograma del juicio federal sigue en movimiento.
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