El presidente estadounidense Donald Trump ha sido acusado una vez más de faltarle al respeto a la monarquía británica tras pasar por delante del rey Carlos III durante una visita de Estado al Castillo de Windsor.

El 47.º presidente de Estados Unidos, acompañado por la primera dama Melania Trump, se unió a la monarca, la reina Camila, y a los príncipes de Gales para una inspección de la Guardia de Honor el martes. Sin embargo, las imágenes que muestran a Trump caminando varios pasos por delante del rey Carlos, dialogando con personal militar mientras el monarca lo seguía, se hicieron virales rápidamente en internet.

El incidente desató una ola de críticas en redes sociales, y muchos usuarios condenaron el gesto como una violación del protocolo real. Un usuario publicó: "¿Trump caminando delante del Rey? ¿Es normal?", mientras que otro comentó: "Ese hombre es una desgracia y no respeta a la monarquía". Otros lo compararon con la visita de Trump en 2019, cuando, polémicamente, se adelantó a la difunta reina Isabel II, impidiéndole verla durante un paseo ceremonial. Los críticos calificaron el último encuentro de "maniobra de poder", mientras que algunos partidarios de Trump defendieron el acto como una señal de fuerza.

El incómodo intercambio se produce al comienzo de una apretada agenda para los Trump, quienes se unirán a la Familia Real para un banquete de estado en el St. George's Hall, verán objetos de la Colección Real y depositarán una corona de flores en la tumba de la reina Isabel II. Sin embargo, es el momento viral en Windsor el que ha acaparado los titulares, alimentando un renovado debate sobre la relación de Trump con las tradiciones más veneradas de Gran Bretaña.

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