Sean 'Diddy' Combs, el magnate de la música que en su día personificó los excesos de la era de Bad Boy Records, ahora cambia el champán y los jets privados por la dura realidad (y los supuestos privilegios) de la prisión federal. Su estancia tras las rejas en la Institución Correccional Federal (FCI) de baja seguridad de Fort Dix debía ser un periodo de "crecimiento personal", pero fuentes afirman que el rapero caído en desgracia tiene dificultades para dejar atrás su vida desenfrenada.

Y es que apenas comenzado a cumplir su condena, Combs ha sido sorprendido violando múltiples normas penitenciarias fundamentales, una transgresión grave que ya ha provocado una extensión de su tiempo como recluso.

La controversia gira en torno a las afirmaciones de que el delincuente convicto por transporte para la prostitución fue encontrado consumiendo "alcohol casero", una mezcla improvisada de azúcar fermentada, refresco Fanta y manzanas, dentro de su celda.

Esta acusación contradice directamente la versión de que su tiempo en prisión le ha ayudado a Combs a mantenerse sobrio por primera vez en veinticinco años. Es un giro sorprendente para una figura cuya vida pública se basó en un control meticuloso, y que ahora, según se informa, es incapaz de controlar impulsos básicos incluso en un entorno estructurado.

Aunque la prisión no ha confirmado oficialmente el motivo, los rumores que circulan sugieren que este comportamiento indisciplinado es la causa directa de que su fecha de liberación prevista, el 8 de mayo de 2028, se haya ajustado y pospuesto un mes.

Consumo de alcohol, llamadas interrumpidas y extensión de condena

La saga de las infracciones de Combs va más allá de las supuestas bebidas ilícitas. Apenas unos días antes de su traslado del Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn a las instalaciones de Nueva Jersey, el rapero fue supuestamente arrestado de nuevo por participar en una llamada tripartita prohibida el 3 de noviembre.

La supuesta conversación, estrictamente prohibida por las normas penitenciarias, provocó aún más revuelo. Los representantes de Combs respondieron a las acusaciones, afirmando que el ganador del Grammy desconocía que las llamadas a tres bandas no están autorizadas, ya que no se le había entregado el manual de ingreso y orientación de la prisión. Además, negaron que la llamada, considerada de carácter procesal, fuera inapropiada, puesto que estaba protegida por el secreto profesional.

Sin embargo, las continuas acusaciones han eclipsado la declaración pública de su equipo, que insistió en que Combs estaba "en su primera semana en FCI Fort Dix (después de ser transferido del Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn) y... centrado en adaptarse, trabajar en sí mismo y mejorar cada día".

Concluyeron con una petición de paciencia, señalando: "Como ocurre con cualquier persona de alto perfil en un nuevo entorno, habrá muchos rumores e historias exageradas durante su estancia allí, la mayoría falsas. Pedimos que se le conceda el beneficio de la duda y se le permita centrarse en su desarrollo personal". Desafortunadamente para Combs, las denuncias de infracciones del reglamento parecen ser ciertas y ahora están teniendo consecuencias reales en su condena.

El asistente de un capellán: La verdad detrás del 'encierro acogedor' de Sean Diddy

A pesar de los supuestos problemas disciplinarios, Combs parece estar adaptándose bien a un nuevo puesto ventajoso dentro del centro penitenciario. Nuevos detalles revelan que el recluso de cincuenta y seis años trabaja ahora como asistente del capellán. Este puesto, según un antiguo comisionado de prisiones, conlleva considerables ventajas respecto al trabajo penitenciario habitual. Sus funciones suelen incluir el mantenimiento de la biblioteca religiosa, la asistencia en el registro de datos y la limpieza del despacho del capellán.

El publicista de Combs, Juda Engelmayer, confirmó el nombramiento a un medio de comunicación, compartiendo la opinión favorable del rapero sobre su nuevo trabajo: "Trabaja en la biblioteca de la capilla, donde describe el ambiente como cálido, respetuoso y gratificante". Estos puestos son muy codiciados por los reclusos, y con razón.

Con frecuencia, permiten que el asistente tenga acceso al despacho privado y climatizado del capellán y le proporcionan alimentos especiales para los eventos religiosos. Fundamentalmente, la capilla es también una de las pocas zonas designadas donde los reclusos pueden reunirse libremente, lo que les otorga un grado de libertad social que rara vez se encuentra en otros lugares de la cárcel.

Combs fue arrestado en septiembre de 2024 y acusado de asociación delictiva; trata de personas con fines de explotación sexual mediante fuerza, fraude o coacción; y transporte de personas con fines de prostitución. Su juicio comenzó en mayo y concluyó dos meses después con un veredicto de culpabilidad por dos cargos de transporte de personas con fines de prostitución.

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