La decisión de una fan de SEVENTEEN de comprar una isla con forma de corazón para Jeonghan ha intensificado la atención mundial sobre la escalada de la cultura de dar regalos en el K-pop, donde los obsequios extravagantes han sido vistos durante mucho tiempo como símbolos de apoyo, estatus y lealtad.

El caso reciente comenzó cuando un fan de SEVENTEEN reveló en línea que había adquirido la propiedad permanente de una isla en Jeollanam-do, Corea. A la isla, con su peculiar forma de corazón, se puede acceder a través de Mokpo mediante el Puente 1004. El fan también declaró que esperaba completar el cambio de nombre de la isla y los planes de desarrollo para cuando Jeonghan se jubilara. Muchos usuarios en línea reaccionaron con sorpresa ante la magnitud de la compra.

Algunos lo consideraron una impresionante muestra de apoyo, mientras que otros cuestionaron si el gesto rozaba la obsesión. En respuesta, el comprador explicó que la compra surgió por cariño, no por expectativa, y afirmó que era algo que podían hacer por Jeonghan cuando este "se merecía el mundo". Sus comentarios, además, indicaban que no esperaban nada a cambio. La publicación posteriormente cobró gran repercusión, y los internautas bromearon preguntando si el fan podría comprar el sello discográfico de SEVENTEEN, PLEDIS Entertainment, si tuviera esos recursos.

Los regalos extravagantes tienen una larga historia en el K-Pop

Las noticias de la isla también reavivaron el debate sobre hasta qué punto los fans han llegado en los últimos años para apoyar o honrar a sus artistas favoritos. Los fandoms del K-pop tienen un largo historial de enviar regalos de gran valor, desde artículos de lujo hasta proyectos públicos a gran escala. Estos regalos a menudo han sido organizados por clubes de fans con un importante apoyo financiero.

Uno de los ejemplos más conocidos fue el de V, miembro de BTS, quien recibió un reloj Jaeger-LeCoultre Duomètre Quantième Lunaire valorado en más de 35.000 libras esterlinas (aproximadamente 41.000 dólares) de un club de fans chino. Otros miembros de BTS han recibido relojes de lujo similares de marcas como Cartier y Balenciaga.

Su compañero Jungkook recibió una vez un lingote de oro genuino de 50 gramos junto con un reloj Rolex durante una celebración de cumpleaños. Jennie de Blackpink también recibió varios bolsos Chanel y un reloj Jaeger-LeCoultre de sus fans.

Chanyeol de EXO recibió un piano automático Edelweiss personalizado , cuyo valor se estima en más de 137.000 libras esterlinas (aproximadamente 170.000 dólares). Estos ejemplos demuestran cómo los artículos de lujo se han convertido en un regalo habitual en los fandoms organizados.

Proyectos de fans a gran escala y gestos emblemáticos

Además de los artículos de lujo, los fans también han financiado proyectos que van mucho más allá de los artículos personales. Un club de fans de EXO compró un terreno en Escocia para Sehun , otorgándole el título ceremonial de "Lord of Glencoe". Otros simpatizantes han invertido en importantes campañas publicitarias, incluyendo un anuncio a página completa a color en The New York Times para Sehun, estimado en 157.000 libras esterlinas (aproximadamente 200.000 dólares).

Las vallas publicitarias de Times Square también se han utilizado para celebrar cumpleaños o hitos importantes de ídolos como Taeyong de NCT. Los fans también han impulsado iniciativas benéficas en beneficio de los artistas. Los seguidores de Super Junior financiaron la construcción de una escuela en África para el décimo aniversario del grupo. Los fans de IU también crearon un bosque en su nombre en 2015. Estos proyectos solían tener como objetivo reflejar los valores de los artistas o conmemorar momentos importantes de sus carreras.

Un cambio en las políticas de las principales agencias

Debido al aumento de la escala y el costo de estos regalos, la mayoría de las principales compañías de K-pop ahora aplican normas estrictas que limitan lo que los artistas pueden recibir. Las agencias que representan a grupos como BTS y TWICE han implementado políticas que establecen que los ídolos solo pueden aceptar cartas o donaciones benéficas.

Estas directrices se introdujeron para reducir la presión sobre los fandoms y gestionar las crecientes expectativas financieras asociadas a la cultura de los regalos impulsada por los fans. El caso de Jeonghan en la isla demuestra que los gestos extravagantes persisten a pesar de estos cambios. También subraya el profundo compromiso que algunos fans mantienen con sus artistas favoritos, incluso cuando la industria intenta reforzar los límites.