Diana Ross rinde homenaje a su familia en un emotivo regreso a la Gala Met 2025

La icónica Diana Ross hizo un regreso espectacular a la MET Gala el 5 de mayo de 2025, su primera vez en la noche más trascendental de la moda en más de dos décadas. Pero más allá del deslumbrante vestido color crema y el amplio sombrero de plumas, el look de Ross transmitía un mensaje profundamente personal: la familia.

"Todo fue a último momento", declaró Ross a Vogue en lo alto de las escaleras del Museo Metropolitano. "Mi hijo me convenció. Me dijo: 'Mamá, tienes que ir'". Fue Evan Ross, su hijo menor, quien la animó a hacer su emotivo regreso. "Mi última vez fue en 2003", añadió.

A primera vista, el vestido era una visión del glamour del viejo Hollywood. Diseñado por el creativo nigeriano-estadounidense Ugo Mozie, el vestido brillaba con cuentas y cristales y se extendía hasta una capa de 5,5 metros. Pero oculto en la tela se escondía un homenaje a las personas más influyentes para la leyenda de la música: los nombres de sus cinco hijos y ocho nietos estaban delicadamente bordados en el dobladillo y en el interior del forro.

"Una familia para siempre", dijo Ross. "Era importante tenerlos conmigo".

El look era más que moda: era una exhibición de legado. Se trató de recordatorio visual de que detrás del ícono se esconde una matriarca que ha construido y mantenido unida a una familia multigeneracional. Su sombrero de plumas, igualmente impactante, inspiró a Ross a bromear: "Tuve que tener cuidado con el sombrero. Mi cabeza es demasiado grande", pero el equilibrio entre alegría y significado era inconfundiblemente característico de Ross.

Su aparición coincidió con el tema de la noche: "Superfine: Sastrería de Estilo Negro", que homenajeó 300 años de excelencia en la moda negra. Para muchos, el regreso de Ross no se limitó al glamour. Se trató de linaje, influencia y resiliencia.

Y aún no ha terminado.

Ross lanzará su gira "Celebrando Clásicos Atemporales" por el Reino Unido y Europa a partir del 22 de junio en Birmingham, Reino Unido. Con conciertos programados en Londres, París y Montreux, Suiza, los fans volverán a escuchar en directo y en persona una voz que ha marcado generaciones.

A sus 80 años, Ross sigue redefiniendo lo que significa ser una diva: glamurosa, sensata y que entrelaza con gracia su legado personal con su brillantez pública.

Puede que su vestido haya sido hecho a medida para ella, pero su mensaje de que la familia siempre está de moda era universal.