Casi una semana después de la desaparición de cinco miembros de la banda regional mexicana Grupo Fugitivo , sus familiares afirman que siguen esperando respuestas y la confirmación de que los cuerpos calcinados encontrados por las autoridades el 28 de mayo sean, en realidad, los de sus seres queridos.

Las autoridades afirmaron que los cuerpos pertenecen a los miembros de la banda y, desde entonces, han arrestado a nueve sospechosos en relación con el caso, pero los familiares afirman que aún no tienen información.

Los familiares rechazaron el anuncio de las autoridades, diciendo que no se han completado las pruebas de ADN y que los cuerpos no han sido identificados formalmente.

Durante una transmisión en vivo de Facebook, la madre de Francisco Xavier Vázquez Osorio, uno de los integrantes de la banda desaparecidos, cuestionó la declaración del fiscal.

"Quiero saber por qué la fiscalía dice que mi hijo está muerto", dijo. "No saben si es él. No tienen mi ADN. No lo he visto. No nos han dicho nada, y somos los primeros en saberlo".

Los familiares agregaron que intentaron contactar a la fiscalía para obtener más información, pero no recibieron respuesta. "Ni siquiera nos han dejado ver los cuerpos. No sabemos nada", dijo otro familiar durante la transmisión.

Las familias insisten en que el caso no puede darse por cerrado sin pruebas forenses concluyentes ni comunicación directa con las autoridades. Hasta el viernes, afirmaron no haber recibido los resultados de las pruebas de ADN ni la confirmación oficial de la fiscalía.

Poco antes de que las familias hicieran públicas sus demandas, el fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, dijo que los investigadores pudieron localizar la camioneta que había transportado a la banda utilizando imágenes de vigilancia y rastreo de teléfonos celulares.

Barrios Mojica y otros funcionarios también revelaron en conferencia de prensa que los cuerpos fueron identificados con base en características físicas que coinciden con fotografías compartidas por grupos de voluntarios.

Pero la hermana de Livan Edyberto Solís de la Rosa, mánager de la banda, desmintió esa afirmación. Aseguró que su hermano no pudo haber sido identificado con esas imágenes, ya que era él quien solía tomar las fotos para las redes sociales del grupo y no aparecía en ellas.

"Mi hermano no aparece en ninguna de las fotos porque estaba detrás de la cámara", dijo. "¿Por qué confirman estas cosas si ni siquiera nos las han dicho?"

¿Quiénes eran los integrantes del Grupo Fugitivo?

La banda local era relativamente conocida en Reynosa y se presentaba con frecuencia en bares, fiestas privadas y eventos. Además de Vázquez Osorio, el grupo incluía a Nemesio Antonio Durán Rodríguez, de 40 años; Víctor Manuel Garza Cervantes, de 21; y José Francisco Morales Martínez, de 23. Solís de la Rosa, de 27 años, era el mánager y fotógrafo del grupo.

Carlos González, vocalista de la banda, no estaba presente cuando los demás desaparecieron. Según informes de medios locales, González llegó tarde, ya que el resto de la banda se dirigía a su siguiente concierto. Cuando llegó, ya se habían ido.

Dos días después de la desaparición del grupo, las autoridades localizaron la camioneta GMC negra que usaban los músicos. Si bien no se encontraron señales de violencia en el interior del vehículo, una comunidad cercana reportó el descubrimiento de cinco cuerpos calcinados. Las autoridades indicaron que las características físicas de las víctimas coincidían con las de los miembros desaparecidos de la banda.

Las autoridades vinculan los asesinatos con el Cártel del Golfo

En la conferencia de prensa del jueves, Barrios Mojica dijo que los investigadores creen que los asesinatos están vinculados a una facción del Cártel del Golfo conocida como Los Metros, liderada por Ulises Raga Ortiz, alias "El Fayuka".

Según medios locales, Los Metros tienen una fuerte presencia en Reynosa y han sido vinculados a otros crímenes violentos en la región.

Las autoridades informaron que al llegar al rancho donde fueron descubiertos los cuerpos, detuvieron a nueve presuntos integrantes del cártel y decomisaron nueve armas de fuego y dos vehículos.

Pese a las denuncias de las autoridades, familiares de los detenidos han cuestionado la versión oficial de los hechos y denunciado abusos, detenciones arbitrarias y violaciones al debido proceso.

Según testimonios recopilados por Milenio , las detenciones fueron realizadas por autoridades que llegaron en vehículos sin identificación, no presentaron órdenes de captura ni se identificaron. Familiares también denunciaron uso excesivo de la fuerza durante los operativos.

Una mujer dijo que su marido fue golpeado dentro de su casa y obligado a ponerse ropa táctica.

"Mi esposo estaba desnudo. Lo vistieron como un soldado, así como lo vestían. Me empujaron al baño y me golpearon; tenía a mi hija en brazos", dijo.

Los familiares afirmaron que los detenidos trabajan en talleres mecánicos o ladrilleras locales y no tienen vínculos con el crimen organizado. Al menos tres de los arrestados trabajaban en el rancho donde se encontraron los cadáveres, un detalle que, según las familias, no basta para implicar una participación directa en los asesinatos.

Hasta el viernes, ni la Fiscalía estatal ni las autoridades federales habían publicado una lista oficial de los detenidos ni revelado alguna prueba que los vincule con el caso.

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