Flavio Medina y cómo es meterse en la piel de un depredador que podría "estar preso al lado de Epstein" - ENTREVISTA

Flavio Medina lo dice sin rodeos: "Mi personaje podría estar preso junto a Epstein y Diddy... Alfredo es un depredador de los que vemos en las noticias". No es una declaración vacía ni una provocación comercial. En la segunda temporada de Isla Brava, el actor mexicano encarna a un hombre que manipula, corrompe y destruye vidas con la frialdad de los depredadores de la vida real. Y lo hace consciente de que está diseccionando una de las figuras más oscuras de nuestro tiempo: el agresor carismático que sabe esconderse tras una máscara social.

"Regresa de la muerte. Estaba, pues sí, desaparecido y prófugo de la justicia y regresa con toda una estrategia y con todas las armas para estar limpio, para tener el alma limpia y para seguir... siendo él", explica Flavio sobre Alfredo Suárez en una entrevista con ENSTARZ y Latin Times, un hombre acusado de crímenes financieros y sexuales que logra desaparecer del radar para volver, más peligroso que nunca en la segunda temporada de la serie de VIX.

"Regresa también a recuperar el amor de su familia. Regresa a conocer el amor, el verdadero amor para él con el personaje de Ludwika. Y regresa... él cree que regresa más fuerte que nunca, pero está más débil que nunca", reflexiona.

Para Medina, interpretar a Alfredo fue como sostener un espejo de lo peor de nuestra sociedad. "Recuerdo especialmente una escena donde Alfredo relata lo que sucedió con su esposa y su hermano, usando una máscara gigante... porque está mintiendo totalmente. Eso pasa mucho hoy en día, ¿no? Que escuchamos testimonios que son mentira. Alfredo podría estar en la misma cárcel que Diddy o Epstein", afirma con crudeza.

En el otro extremo está Camila Soler, encarnada por una Ludwika Paleta más afilada que nunca. "Nunca había hecho un personaje así. Es una mujer muy comprometida con su pasión, que es el periodismo, con encontrar la verdad, con llegar hasta las últimas consecuencias, incluso arriesgando su propia vida para lograr justicia", explica. Paleta ve en Camila a esas mujeres que no se rinden frente al poder corrupto: "Admiro muchísimo a los periodistas que se atreven, buscan la verdad y llegan hasta el final. Son muy admirables, muy valientes, y Camila es una mujer que tiene esa valentía".

El rodaje, que los llevó a Madrid durante tres meses, fue una experiencia de contrastes. "Terminábamos las jornadas y nos íbamos a cenar todos juntos", recuerda Flavio. Ludwika coincide: "Sobre todo cuando terminábamos los llamados, Flavio y yo nos íbamos a comer o a cenar con los otros compañeros. Vivíamos todos cerca, entonces era muy lindo".

Compartieron la rutina con actores como Osvaldo Benavides, Bárbara López, Fernando Ciangherotti, Daniela Schmidt, Lourdes Reyes y Juan Martín Jáuregui, quienes completan el sólido reparto. "Trabajar con actores queridos y talentosos siempre es una gozada", dice Ludwika. "Con Flavio y Osvaldo ya había trabajado antes y además somos amigos, pero también conocí a muchos otros como Bárbara, con quienes compartí por primera vez. Lo pasamos súper bien".

Pero durante las filmaciones, la tensión emocional era constante. Cada escena requería descender a las zonas más grises del alma humana. Ludwika resume: "Camila tiene esa naturaleza de buscar quién hizo el mal y de que pague".

Ambos actores coinciden en que Isla Brava refleja problemáticas muy actuales: el abuso del poder, la manipulación mediática, el encubrimiento institucional. En ese sentido, Alfredo Suárez no es sólo un personaje ficticio: es el reflejo del depredador de cuello blanco que todos hemos visto en los titulares.

Su conexión fuera del set ha facilitado llevar a la pantalla esta tensión. Han trabajado juntos en teatro y mantienen una complicidad cálida que contrasta con la oscuridad de sus personajes. Flavio, que concluye su temporada en el Cabaret del Teatro de los Insurgentes, admite que regresar al teatro le recordó su pasión original. El actor tiene también otros proyectos en puerta, aunque por ahora los mantiene en secreto: "Hay algunas otras series, pero ya sabes que no se puede platicar nada hasta que no te den luz verde", asegura.

Ludwika, por su parte, celebra el debut cinematográfico de su hijo Nicolás, a quien dirige y acompaña en la película Después, próxima a estrenarse en noviembre. "A Nicolás le está yendo increíble, está trabajando mucho. Hicimos esta película juntos y fue muy natural trabajar con él. Estoy feliz de verlo crecer y de que le esté yendo tan bien", afirma. Además, la actriz planea seguir explorando la comedia, un género donde se siente cómoda y retada a partes iguales.

Pero mientras las luces del set se apagan, Alfredo Suárez sigue acechando. Y Camila Soler sigue buscando justicia. Esa es la esencia de Isla Brava: un retrato de lo oscuro que podemos llegar a ser y del coraje de quienes se atreven a combatirlo.