Kim Kardashian se une a la búsqueda de Amy Bradley, la mujer estadounidense cuya desaparición está en el centro de un documental de Netflix
El documental de Netflix, estrenado el 16 de julio, ha acercado el caso a una nueva generación de espectadores.

Los pedidos para que las autoridades estadounidenses den con el paradero o determinen qué le pasó a Amy Bradley, la mujer de 23 años que desapareció en 1998 en un crucero han aumentado desde que el documental sobre su caso triunfó en Netflix. Las posibilidades de que que esto suceda aumentaron esta semana con la decisión de Kim Kardashian de sumar su voz.
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La renovada atención sobre este caso llega después de que Netflix lanzara un escalofriante documental de tres partes titulado Amy Bradley Is Missing, que cautivó al público y provocó una amplia especulación en las redes sociales.
Kardashian, una apasionada de los crímenes reales y conocida por usar su plataforma para abogar por la reforma de la justicia penal, compartió en Instagram a principios de esta semana su reacción a la docuserie. "Esta historia es alucinante", escribió, animando a sus seguidores a ver el documental y ayudar a encontrar a Amy.
La desaparición de Amy Bradley
Amy Lynn Bradley desapareció la madrugada del 23 de marzo de 1998, mientras disfrutaba de un crucero de Royal Caribbean con sus padres, Ron e Iva, y su hermano menor, Brad. La familia se había embarcado en lo que se suponía serían unas relajantes vacaciones en el Caribe poco después de que Amy se graduara de la universidad.
Según informes, tras pasar la noche bailando en una discoteca a bordo del Rhapsody of the Seas, Amy regresó a su camarote alrededor de las 3:35 a. m. Su padre recuerda haberla visto en el balcón poco después de las 5:30 a. m. Pero a las 6:15 a. m., había desaparecido. No había señales de entrada forzada, ninguna nota ni faltaban objetos personales.
A pesar de una búsqueda a gran escala con helicópteros, buzos y la guardia costera local cerca de la isla de Curazao, nunca se encontró rastro de Amy. Henry Vrutaal, exoficial de la guardia costera entrevistado en la serie, la calificó como " la búsqueda más grande " que jamás habían realizado. "Ni una prenda de ropa, nada", dijo.
La serie de Netflix reaviva el debate
El documental de Netflix, estrenado el 16 de julio, ha acercado el caso a una nueva generación de espectadores. La película plantea múltiples teorías, desde una caída accidental hasta un suicidio, un secuestro o incluso la trata de personas. Sin embargo, ninguna ha sido probada.

El agente del FBI Victor McCollum, quien trabajó en el caso, afirmó que no había pruebas directas de que Amy saltara. La familia siempre ha rechazado la idea de que Amy se quitara la vida. La posición del barco, las corrientes marinas y la altura de las olas llevaron a los expertos a creer que, si Amy se hubiera caído, su cuerpo habría sido recuperado. Nunca lo fue.
Las imágenes y entrevistas del documental también destacan posibles pistas que nunca se investigaron por completo. Un segmento muestra un video de Amy bailando con un miembro de la banda del equipo conocido como "Yellow". Otro pasajero afirmó posteriormente haberlos visto en un ascensor de cristal entre las 5:00 y las 6:00 a. m., justo antes de que Amy desapareciera. "Tuve una mala sensación", dice en el documental. "Inmediatamente pensé: '¿Dónde está Amy?'".
La influencia de Kim Kardashian
La participación de Kardashian ya está atrayendo más atención al caso. Conocida por su experiencia en casos de condenas injustas y sus continuos estudios jurídicos, Kim tiene un historial de convertir los titulares en verdaderos titulares.

Con más de 360 millones de seguidores solo en Instagram, su publicación está ayudando a traer renovada atención a un misterio que en gran medida se había desvanecido de la vista general.
"Hay que hablar de esto", dijo Kardashian. "Tenemos que encontrar a Amy".
Aún no hay cierre para la familia
En los años transcurridos desde la desaparición de Amy, se ha informado de avistamientos de ella en Curazao, incluido uno de un buzo canadiense que afirmó haberla visto con dos hombres meses después de su desaparición.
Sin embargo, ninguno de estos avistamientos ha sido confirmado ni se ha traducido en una pista. El FBI sostiene que no hay pruebas concretas de que haya sido secuestrada y que no se han presentado cargos contra nadie en relación con el caso.
Sin embargo, la familia nunca ha perdido la esperanza. El documental termina con un llamado discreto pero contundente: que alguien, en algún lugar, aún podría revelar la verdad.
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