El mundo de la moda global se encuentra en un momento luto y de transición histórica. El 4 de septiembre de 2025 falleció Giorgio Armani a los 91 años, dejando tras de sí no solo un legado estético que transformó la manera de vestir del mundo, sino también un imperio independiente que ahora enfrenta la prueba más delicada: la sucesión.

La pregunta sobre quién tomará las riendas del Emporio Armani se volvió inmediata, y la respuesta no descansa en un único heredero, sino en un plan cuidadosamente diseñado por el propio creador.

Desde hace casi una década, Armani había anticipado este momento. En 2016 estableció la Fundación Giorgio Armani, una estructura legal y financiera concebida para garantizar la continuidad del grupo bajo sus valores esenciales: independencia, coherencia y fidelidad a su estilo. Con ella buscó blindar la marca frente a posibles adquisiciones por parte de gigantes como LVMH o Kering. Según documentos difundidos por la prensa financiera internacional, la fundación tendrá un rol central en la toma de decisiones estratégicas, con limitaciones estrictas en caso de venta o fusiones durante los primeros cinco años posteriores a su fallecimiento. De este modo, Armani se aseguró de que la compañía permaneciera bajo la tutela de personas de confianza.

Giorgio Armani ¿quiénes son sus sucesores?
Armani y Leo Dell'Orco, considerado desde hace décadas la mano derecha del diseñador, y al que él mismo identificó como su pareja. Getty Images

Entre esas personas, uno de los nombres que más resuena es el de Leo Dell'Orco, considerado desde hace décadas la mano derecha del diseñador. Responsable de la línea masculina y figura clave en el desarrollo creativo del grupo, Dell'Orco fue definido en más de una ocasión como la sombra de Armani. Su presencia constante en los desfiles y su influencia en el estilo minimalista y sofisticado de la casa lo colocan en primera línea como sucesor natural en la dirección artística. Sin embargo, no estará solo.

Giorgio Armani ¿quiénes son sus sucesores? Roberta Armani
Roberta Armani y Ricky Martin Getty Images

La familia directa del modisto también forma parte del esquema sucesorio. Su hermana Rosanna, sus sobrinas Silvana y Roberta Armani y su sobrino Andrea Camerana ocupan puestos ejecutivos y representan el núcleo familiar que acompañará a la fundación en la gobernanza de la empresa.

El equipo directivo que trabajará junto a la fundación se completa con figuras como Giuseppe Marsocci y Daniele Ballestrazzi, quienes ya integraban el consejo de administración. Este modelo de gestión compartida refuerza la idea de continuidad sin ruptura, una fórmula diseñada por Armani para que su empresa no dependa de un único heredero sino de un conjunto de aliados capaces de custodiar su legado creativo y empresarial. Se trata de un enfoque poco habitual en el sector del lujo, dominado en los últimos años por la absorción de casas independientes dentro de grandes conglomerados.

La sucesión no solo es un asunto de liderazgo creativo. La dimensión corporativa también es fundamental. El grupo Armani registró en 2024 ingresos de 2.3 mil millones de euros, aunque con un descenso en beneficios atribuible a la desaceleración global en el consumo de lujo. En este contexto, la estabilidad institucional se convierte en una prioridad para evitar turbulencias financieras. La fundación y el consejo de administración tendrán la responsabilidad de mantener la competitividad de la marca en un mercado en transformación constante, donde el peso del e-commerce y la influencia de la generación Z marcan nuevas reglas de juego.

El fallecimiento de Giorgio Armani no significa el fin de su visión. Más bien abre una nueva etapa en la que su legado será gestionado por una estructura sólida que combina familia, fundación y colaboradores de confianza. En palabras de analistas recogidas por medios internacionales, la estrategia apunta a que la identidad de la casa Armani siga intacta y que su independencia, uno de los valores más defendidos por su fundador, se mantenga como un rasgo distintivo frente a otros gigantes de la moda.

La gala de Milán, donde se espera un homenaje póstumo durante la próxima Semana de la Moda, servirá como primera prueba simbólica de esta nueva etapa. El nombre de Giorgio Armani seguirá iluminando la primera fila, pero el futuro de su marca dependerá ahora de la capacidad de este entramado sucesorio para mantener vivo el espíritu de elegancia sobria que lo convirtió en referente universal. El reloj de la sucesión ya está en marcha y el mundo de la moda observa con atención cómo se escribe el próximo capítulo de una de sus casas más emblemáticas.