Jennifer Nicole Rivas , presentadora de televisión e influencer de 21 años, cuya carrera en ascenso y gran número de seguidores en línea la habían convertido en una de las jóvenes estrellas mediáticas más brillantes del país, fue encontrada muerta. Tenía tan solo 21 años.

Rivas, quien trabajaba como presentadora en CHTV y estudiaba periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras , fue encontrada inconsciente en su habitación en la casa familiar, ubicada en la colonia Estanzuelas del Distrito Central. Según HCH Noticias , un familiar la encontró boca abajo en la cama.

Fotos publicadas por medios hondureños mostraron un funeral cubierto de flores y a los dolientes llamándola "una estrella prometedora" cuya vida terminó prematuramente. Rivas había acumulado más de 100,000 seguidores en TikTok, donde publicaba videos de estilo de vida y adelantos de su trabajo televisivo. Una imagen ampliamente difundida la muestra posando con el cantante puertorriqueño Anuel AA , una señal de su creciente acceso a figuras destacadas del mundo del espectáculo.

Autoridades del Ministerio Público de Honduras y del Servicio Nacional de Medicina Forense acudieron al domicilio para iniciar una investigación. Informes iniciales citados por medios locales indicaban que Rivas padecía una enfermedad crónica y se le había recomendado no consumir alcohol ni bebidas energéticas. Sus allegados confirmaron posteriormente que padecía epilepsia, y los primeros indicios sugieren que pudo haber fallecido a causa de una convulsión. Aún no se ha revelado la causa oficial de su muerte.

La noticia de su fallecimiento conmocionó a las redes sociales hondureñas, y sus seguidores y colegas inundaron sus cuentas con homenajes. "Tenía un futuro prometedor", escribió un seguidor en su publicación más reciente de Instagram.

La muerte de Rivas pone de relieve la vulnerabilidad de las jóvenes figuras públicas centroamericanas, que compaginan intensas agendas laborales, estudios universitarios y fama en línea. A medida que los homenajes continúan, amigos, familiares y espectadores la recuerdan no solo como presentadora, sino también como estudiante e hija cuya ambición trascendió las fronteras del país.

Le sobrevive su familia en Tegucigalpa. El funeral se celebró el jueves.