¿Qué le pasó a la cara de Jessica Simpson? Esa es la pregunta que circula en internet después de que la icónica actriz y estrella del pop estrenara un look radicalmente diferente para la película de Ryan Murphy, All's Fair, donde comparte pantalla con un elenco lleno de energía de "femme fatale" que incluye a Kim Kardashian, Glenn Close, Naomi Watts y Sarah Paulson.

Simpson, quien interpreta a una mujer que busca venganza legal después de que su exmarido la presionara para someterse a cirugía plástica, se sometió a ocho horas de maquillaje protésico para el papel. En declaraciones a Deadline, describió el proceso como "muy intenso" y dijo que "realmente encarnó a alguien que no soy".

Su transformación, con labios más carnosos, pómulos esculpidos y cejas arqueadas, se viralizó rápidamente, y sus fans afirmaron que la actriz de 45 años estaba "irreconocible". La aparición de Simpson en pantalla ha recibido elogios por su audacia, pero también ha generado preguntas sobre cuánto de su nuevo aspecto es actuación y cuánto puede reflejar procedimientos estéticos recientes.

La línea que separa la actuación de la realidad

Si bien la serie utiliza prótesis para representar el personaje de Simpson, con su apariencia imperfecta, algunos expertos sugieren que su aspecto fuera de la pantalla también podría mostrar signos de cirugía estética real. Cirujanos plásticos certificados observaron que el rostro más definido y los labios más voluminosos de Simpson en eventos públicos recientes podrían indicar tratamientos de relleno en la zona media del rostro. Un médico comentó que su apariencia podría deberse a un relleno reciente, de hace una o dos semanas, lo que explicaría el aspecto terso y firme que lució en los VMAs de 2025.

Los médicos advierten, sin embargo, que la iluminación, los cambios de peso y el maquillaje también pueden alterar drásticamente los rasgos. Aun así, se sabe que la sobrecorrección en los procedimientos con rellenos afecta la expresión natural, algo que puede haber reflejado involuntariamente la historia fallida que interpreta en pantalla.

El regreso de la actuación se enfrenta al escrutinio público

All's Fair, descrita por Hulu como un "drama legal de alto riesgo sobre abogadas de divorcios que lidian con el poder, el amor y la traición", marca el regreso de Simpson a un papel protagónico en años. La estrella de Los Dukes de Hazzard afirmó que el proyecto fue "increíble" y que trabajar con Kardashian le resultó "natural" dada la estrecha relación entre sus familias.

Pero no toda la atención ha sido halagadora. Los espectadores inundaron las redes sociales con especulaciones de que Simpson se había sometido a cirugía plástica real, mientras que Rotten Tomatoes le otorgó a la serie una puntuación de la crítica del 0%, calificándola como "la peor serie de televisión de la historia".

Además de su regreso a la actuación, Simpson celebró recientemente casi una década de sobriedad, calificándola como "la decisión que me permitió vivir plenamente en la búsqueda del propósito de Dios para mi vida". También anunció su separación de su esposo Eric Johnson y se ha dedicado a la composición de canciones y la moda, señalando un nuevo capítulo creativo.

Independientemente de si los procedimientos cosméticos forman parte de su regreso, Simpson ha descrito el 2025 como un renacimiento. "Siento que a los 45 años he vuelto a nacer", declaró a E! News en un estreno a principios de este año.

Los expertos señalan que su caso refleja una tendencia más amplia en Hollywood: las estrellas se enfrentan a un intenso escrutinio público al reaparecer ante las cámaras después de años de ausencia.

Como la propia Simpson lo ha dicho, "sin duda está actuando", pero la difusa línea que separa las prótesis, la estética y la percepción pública ha hecho que su último papel sea más revelador de lo que ella misma pretendía.