Un adolescente británico desaparece tras una caminata en solitario cerca del castillo de Drácula en las montañas rumanas.
Se está realizando una búsqueda desesperada del adolescente británico George Smyth, de 18 años, desaparecido en las montañas de Bucegi, cerca del Castillo de Bran, Rumanía. Los rescatistas encontraron su mochila abandonada.

Los espectaculares picos nevados de las montañas rumanas de Bucegi, que se alzan cerca del legendario Castillo de Bran, conocido románticamente como el Castillo de Drácula, se han convertido en el siniestro escenario de una desesperada búsqueda internacional. El destino de George Smyth, un estudiante universitario británico de 18 años, pesa en el gélido aire de Transilvania, mientras equipos especializados de rescate de montaña compiten contrarreloj y en condiciones peligrosas para encontrarlo.
George Smyth, un joven deportista y fuerte que acababa de empezar sus estudios en la Universidad de Bristol, emprendió una travesía en solitario el 23 de noviembre, reveló el diario The Mirror. Sin embargo, su aventura se convirtió en una emergencia cuando, en lo profundo de las montañas, comenzó a sufrir los efectos de la hipotermia y el agotamiento. Logró realizar una llamada crucial a los servicios de emergencia rumanos, la última comunicación definitiva antes de desaparecer.
Su preocupada madre, Jo Smyth, ha volado a Transilvania para apoyar la búsqueda, revelando el doloroso detalle de que George "se fue sin decirle a nadie que iba de excursión solo". Esta decisión solitaria transformó una desafiante caminata en una situación de vida o muerte en uno de los paisajes más despiadados de Europa.
El misterio se profundiza: ¿A dónde fue George Smyth después de la llamada de emergencia?
La operación de búsqueda, dirigida por el servicio de rescate Salvamont Brasov, acotó rápidamente la zona donde George hizo la llamada de emergencia. Los rescatistas registraron la zona meticulosamente durante los días siguientes, pero el hallazgo fue desconcertante: localizaron su mochila, que contenía una cantidad considerable de equipo, pero ni rastro del adolescente.
Sebastian Marinescu, director de Salvamont Brasov, declaró a un medio local sobre la desconcertante naturaleza del descubrimiento: "La mochila contenía bastante equipo: un saco de dormir, una tienda de campaña. Mis compañeros incluso encontraron comida por todas partes. Así que no entendemos qué sucedió ni adónde pudo haber ido". El hallazgo no hizo más que intensificar la urgencia, generando temores de que George pudiera haber abandonado la relativa seguridad de sus provisiones debido a la desorientación causada por las severas condiciones.
Según la cronología de los rescatistas, George había salido del barrio de Poiana Brasov un domingo por la mañana con la intención de caminar hacia Bran, un pueblo famoso mundialmente por su histórico castillo. Finalmente llegó al valle de Tiganesti antes de verse obligado a pedir ayuda.
La ubicación de sus provisiones abandonadas —una tienda de campaña y un saco de dormir, lo que sugiere que estaba preparado para pasar la noche— en la misma zona donde pidió ayuda ha creado un vacío crucial e inexplicable en la narrativa. ¿Dejó sus provisiones en un estado de confusión? ¿Se vio obligado a mudarse? Estas preguntas rondan la operación.
Las labores de búsqueda han sido titánicas. El servicio de rescate Salvamont Brasov movilizó a 20 rescatistas de montaña el viernes y el sábado tras la llamada de emergencia. Sin embargo, su labor se ha visto complicada por las condiciones meteorológicas adversas, con capas de nieve que han alcanzado más de dos metros de espesor.
Para llegar a las zonas más inaccesibles de la montaña, los rescatistas han tenido que desplegar equipo altamente especializado, como cámaras termográficas, perros rastreadores y un helicóptero Black Hawk. Se están destinando todos los recursos a la búsqueda masiva para cubrir el terreno implacable, vasto y rápidamente gélido.
La agonía de una familia y la preocupación de la Universidad por George Smyth
A medida que pasan las horas, la carga emocional para la familia de George es insoportable. Su madre, Jo Smyth, ha lanzado valientemente un llamamiento para obtener información junto con una fotografía de su hijo, describiéndolo como un "joven deportista y fuerte" con pasión por los viajes.
En declaraciones al sitio de noticias local Observator, expresó el dolor abrumador y la desesperada esperanza que embarga a la familia: "Esperamos y rezamos para que de alguna manera sobreviva. La sola idea de vivir sin él es insoportable".
Sus comentarios revelan la cruda y profunda consecuencia humana de esta terrible experiencia, recordando al público que detrás de la operación de búsqueda hay un hijo amado, un viajero y un nuevo estudiante universitario cuya vida ha quedado suspendida en la incertidumbre.
La Universidad de Bristol también emitió un comunicado sobre la desaparición de su estudiante. Un portavoz de la universidad confirmó: "Nos han informado de la desaparición de uno de nuestros estudiantes tras viajar por su cuenta a Rumanía para practicar senderismo. Estamos profundamente preocupados por su bienestar y mantenemos un estrecho contacto con su familia. Les acompañamos en el pensamiento mientras esperan noticias".
Con la llegada del crudo invierno a los Cárpatos, las posibilidades de supervivencia disminuyen rápidamente. La presencia de más de dos metros de nieve, sumada al frío extremo y al misterio de la mochila abandonada, significa que cada minuto cuenta en esta carrera contrarreloj, tan publicitada y cada vez más desesperada, para traer a George a casa sano y salvo.
Se ha lanzado un llamamiento para solicitar información en toda Europa mientras continúa la búsqueda en el traicionero corazón de Transilvania.