El artista británico Ozzy Osbourne subió al escenario por última vez tan solo 17 días antes de su muerte, a pesar de que, según informes, tenía una deuda de unos 5 millones de dólares con Hacienda. Esto ha dejado a los fans preocupados sobre las razones que le hicieron regresar a los escenarios y si ahora su familia tendrá que cumplir con esas obligaciones.

Lo cierto es que los problemas financieros del ícono del heavy metal se acumulaban silenciosamente mientras se preparaba para lo que sería su última actuación pública.

Según registros federales consultados por Radar Online, Osbourne y su esposa Sharon fueron gravados con dos gravámenes fiscales: uno por $689,107 en 2023 y otro en 2024 por un total de más de $4.3 millones. La deuda pendiente ha generado especulaciones sobre si la presión financiera lo impulsó a actuar por última vez, incluso mientras lidiaba con graves problemas de salud.

El concierto se celebra en medio de problemas de salud y estrés financiero.

El rockero de 76 años, quien había estado luchando contra el párkinson y otras dolencias, ya no podía caminar sin ayuda y actuó sentado en un trono de murciélago de estilo gótico. Sin embargo, el 5 de julio, se reunió con Black Sabbath para un evento repleto de estrellas en Birmingham, Inglaterra.

El concierto Back to the Beginning atrajo a más de 42.000 asistentes y casi 6 millones de espectadores en línea. El guitarrista de Rage Against the Machine, Tom Morello, fue el director musical y calificó el espectáculo como un éxito que "recaudó muchísimo dinero para una buena causa". Según informes, la recaudación de 190 millones de dólares se distribuyó entre organizaciones benéficas para niños y personas con párkinson.

Se desconoce si Osbourne recibió alguna compensación.

Osbourne se retiró de las giras en 2023 y les dijo a sus fans: "Mi equipo y yo lo intentamos todo para volver al escenario, pero mi cuerpo simplemente me dice que tengo que afrontar la realidad". A pesar de abandonar las presentaciones en vivo, insistió: "Nunca dejaré de hacer música", aunque no publicó material de estudio nuevo tras su álbum de 2022, Patient Number 9.

Decidido a actuar una última vez

Una serie de cirugías y complicaciones tras un accidente de cuatrimoto en 2003 afectaron gravemente su movilidad. Tras volver a lesionarse el cuello en una caída en 2019, el cantante pospuso sus giras y se sometió a múltiples procedimientos de columna. El anuncio en 2020 de su diagnóstico de párkinson no hizo más que agravar sus problemas físicos.

Aun así, Osbourne insistió en actuar una última vez. "Siente mucho dolor", declaró una fuente a Radar, y añadió que "en lugar de descansar, se esforzó para lograrlo". Sus allegados dijeron que se negó a que lo disuadieran, queriendo darlo todo, tanto por él mismo como por el público.

Osbourne falleció el 22 de julio, rodeado de su familia, según un comunicado firmado por Sharon y sus hijos Jack, Kelly, Aimee y Louis. "Es una tristeza que no se puede expresar con palabras", decía el mensaje.

Ahora la gran pregunta es qué pasa con esa deuda. Según las leyes tributarias de Estados Unidos, la deuda por impuestos no desaparece con la muerte de la persona. Hacienda buscaría cobrarla a la familia, ya sea sacándola de la herencia o traspasándola a la esposa. Es decir, sí le pasa a Sharon Osbourne.

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