El empresario discográfico Ángel del Villar, conocido por ser el artífice de las carreras de artistas de música mexicana como Gerardo Ortiz y el grupo Eslabón Armado, y exprometido de la artista Chiquis, fue condenado a cuatro años de prisión por el delito de conspirar para realizar transacciones financieras con un narcotraficante especialmente designado, violando la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico de Estados Unidos, comúnmente conocida como la Ley Kingpin.

Aunque el crimen tiene una sentencia máxima de 30 años, Del Villar recibió 48 meses de cárcel en un centro penitenciario federal, que comenzarán en diciembre.

El caso se centra en una serie de conciertos organizados entre 2018 y 2019. Durante estos, la empresa de Del Villar, Del Records, supuestamente trabajó con Jesús "Chucho" Pérez Alvear, un promotor de conciertos de Guadalajara, quien había sido sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por lavar dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y su ala financiera, Los Cuinis.

Un momento crucial del juicio se produjo cuando Gerardo Ortiz, cantante de música regional mexicana que encabeza las listas de éxitos y exartista de Del Records, subió al estrado. Ortiz testificó que Del Villar lo engañó para que actuara en eventos organizados por Pérez Alvear, en particular la Feria de San Marcos de 2018 en Aguascalientes, incluso después de que el promotor hubiera sido incluido en la lista negra del gobierno estadounidense bajo la Ley Kingpin.

Ortiz se había declarado previamente culpable de cargos de conspiración relacionados con el mismo caso. Según el Departamento de Justicia, la cooperación de Ortiz fue voluntaria, y su equipo legal enfatizó que no había admitido trabajar directamente con cárteles de la droga, sino que, sin saberlo, había hecho negocios con un promotor que posteriormente se descubrió que tenía vínculos con ellos.

Ortiz declaró al jurado que vio a Pérez Alvear en la oficina de Del Records en Los Ángeles varias veces, donde, según se informa, el promotor reclutaba bandas para conciertos en México. Su testimonio describió una relación comercial profundamente entrelazada con elementos delictivos.

Desde que fue encontrado culpable, en marzo de este año, Del Villar permanece en libertad bajo una fianza de $100,000.