Se dice que Sarah Ferguson, duquesa de York, encontró una fuente inusual de consuelo tras la muerte de la reina Isabel II: los queridos corgis de la difunta monarca.

Según fuentes cercanas, Ferguson cree que el espíritu de la Reina se comunica con ella a través de Muick y Sandy, los dos perros que ahora cuida en Royal Lodge.

Estas afirmaciones han suscitado una mezcla de preocupación, compasión y curiosidad en los círculos reales, ya que, según sus amigos, la duquesa se siente guiada y tranquilizada por lo que interpreta como mensajes de los animales.

"Ella se comunica a través de ellos": La duquesa se siente guiada por las interacciones diarias.

Ferguson y su ex marido, el príncipe Andrés, recuperaron a Muick y Sandy tras la muerte de la reina en septiembre de 2022. La pareja había regalado inicialmente los perros a la difunta monarca en 2021. Desde su regreso, la duquesa ha desarrollado un intenso vínculo emocional con los animales.

"Todas las mañanas vienen a ladrarme y estoy segura de que es ella quien me habla", habría dicho a sus amigos. Personas cercanas a Ferguson afirman que a menudo interpreta el comportamiento de los perros como señales o indicaciones de Su Majestad, pues cree que los animales llevan la presencia de la Reina a su vida cotidiana.

Según fuentes internas, la conexión emocional se ha convertido en algo reconfortante y simbólico a la vez: una forma para que Ferguson se sienta cerca de la mujer que siguió siendo una influencia estabilizadora durante décadas de escrutinio público.

Si bien muchos ven el apego de Ferguson como una tierna expresión de duelo, fuentes de la realeza temen que su creencia en un vínculo espiritual pueda ser señal de tensión emocional. La duquesa ha afrontado meses de estrés personal, desde la incertidumbre financiera hasta la constante preocupación por su futuro en Royal Lodge, la residencia que comparte con el príncipe Andrés.

"Habla cada vez más de cómo la Reina aún la guía", afirmó una fuente cercana. "Es tierno, pero también un poco preocupante. Ha pasado por mucho, y quizá se aferra a la idea de que la Reina sigue con ella".

Quienes conocen a Ferguson dicen que su sentimentalismo siempre ha sido parte de su personalidad, pero las presiones recientes pueden estar magnificando su dependencia del consuelo simbólico.

Beatriz y Eugenia 'preocupadas' por su madre

Se dice que las princesas Beatriz y Eugenia están animando con delicadeza a su madre a mantener los pies en la tierra. Un amigo de la familia comentó que ambas hijas están preocupadas porque creen que está exagerando la situación y temen que esté canalizando su dolor hacia algo casi sobrenatural.

Según se informa, las hermanas la han visitado con mayor frecuencia en los últimos meses para animarla, especialmente tras su recuperación del cáncer de mama a principios de este año. Se dice que la protegen mientras ella se desenvuelve en la vida al margen de la familia real y bajo la constante atención nacional.

Los Corgis como símbolos de lealtad y pérdida

Para la duquesa, los corgis son mucho más que mascotas. Ferguson los ha descrito como la viva imagen del espíritu de la Reina: un recordatorio de la calidez, el humor y la fortaleza de Su Majestad. "Son parte de su alma", ha dicho anteriormente. "Cuidarlos es como cuidarla a ella".

Según fuentes cercanas, Ferguson habla constantemente con los perros, los mantiene cerca y los protege con fiereza. "Realmente cree que el espíritu de la Reina vive en ellos", afirmó una fuente.

Aunque las afirmaciones han causado sorpresa , algunos comentaristas de la realeza piden empatía. Señalan que Ferguson ha lidiado con altibajos emocionales durante décadas, y si los corgis le brindan consuelo, puede que no haya ningún problema. "Los corgis de la Reina eran su consuelo", dijo un analista. "Ahora son los de Sarah".

Mientras la duquesa continúa reconstruyendo su vida, su vínculo con Muick y Sandy puede ser simplemente su manera de mantener viva la presencia de la reina: un ladrido, un recuerdo y un momento de tranquilidad a la vez.