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La familia de Kevin Mares, de 25 años y residente de Queens, Nueva York, enfrenta una pérdida inimaginable. Lo que se suponía que sería un fin de semana de música y celebración en Puerto Rico se convirtió en una tragedia que ha sacudido a dos comunidades.

Kevin había viajado con su novia y amigos para asistir a un concierto de Bad Bunny en San Juan. La madrugada del domingo, caminaba por el barrio costero de La Perla cuando estalló la violencia en las cercanías.

Su madre, Sandra Mares, contó a CBS News cómo perdió a su hijo cuando, supuestamente, un grupo de personas empezó a discutir al otro lado de la calle. De repente, alguien sacó un arma y disparó contra la multitud. Una de las balas impactó a Kevin en el abdomen. Fue trasladado de urgencia al hospital, pero los médicos no pudieron salvarlo.

Sandra dice que su hijo estaba "en el lugar equivocado en el momento equivocado" y que todo ocurrió en segundos. "Es como si nos hubieran arrancado una parte", dijo.

Según la campaña de GoFundMe que abrió la familia, Kevin era técnico veterinario y estudiaba para obtener la licencia de veterinario. Amaba a los animales, trabajaba muchas horas cuidando mascotas y le apasionaba ayudar a los demás. Este otoño, planeaba proponerle matrimonio a su novia de seis años. Soñaba con abrir su propia clínica veterinaria algún día.

Su familia lo describe como un hijo cariñoso, un amigo leal y un joven con espíritu aventurero. "Siempre creaba recuerdos con las personas que más quería. La familia era el centro de todo lo que hacía", compartieron.

Ahora, enfrentan la dolorosa tarea de traer el cuerpo de Kevin de regreso a Nueva York. Los costos incluyen el transporte desde Puerto Rico y los servicios funerarios en la Funeraria Frederick. Para cubrir los gastos, la familia ha lanzado una campaña de recaudación de fondos.

"Cualquier contribución, sin importar la cantidad, marcará la diferencia", dijo la familia. "Gracias por ayudarnos a traerlo a casa y honrar su memoria".

Según AP, el caso continúa bajo investigación. No se han realizado arrestos y la policía no ha identificado a ningún sospechoso. Las autoridades están revisando las grabaciones de seguridad de la zona y solicitando la presencia de testigos. Dos residentes locales también resultaron heridos en el tiroteo y permanecen hospitalizados.

La muerte de Kevin ha dejado a sus seres queridos conmocionados y afligidos. Tanto en Nueva York como en Puerto Rico, quienes lo conocieron recuerdan su bondad, su humor y sus planes para el futuro. Su familia exige justicia, pero sobre todo, quiere darle a Kevin la despedida que merece.

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