Lyle Menendez permanecerá en prisión después de que la Junta de Libertad Condicional niega su pedido

Lyle Menéndez, el mayor de los hermanos Menéndez, pasó más de 11 horas declarando ante una junta que evaluaba la posibilidad de otorgarle una salida anticipada de prisión. El resultado, aunque no era el que deseaba tanto él como su familia, no fue inesperado. La decisión negativa fue una repetición de lo que experimentó su hermano Erik Menendez el día anterior.
Según informó la prensa que pudo ser testigo de la maratónica jornada, la junta también dio a Lyle un plazo de tres años, antes de que pueda pedir nuevamente su salida de prisión.
Los hermanos Menéndez llevan más de tres décadas tras las rejas por el asesinato de sus padres Kitty y José Menéndez en 1989.
Gran parte de la audiencia de Lyle se centró en su uso de teléfonos celulares clandestinos mientras estaba en prisión, un factor que podría haber sellado el destino de ambos hermanos. Erik Menéndez fue sorprendido con un dispositivo de este tipo tan recientemente como en enero, aun sabiendo que poseerlo ponía en riesgo su libertad condicional.
Durante la sesión del viernes, la Junta también mencionó el caso de plagio cometido por Lyle mientras estudiaba en el programa a distancia de la Universidad Princeton, así como los sobornos a testigos a quienes, según se reveló, les entregó guiones escritos por él mismo en su primer juicio.

El equipo legal de los hermanos ahora centrará sus esfuerzos en un recurso de hábeas corpus que fue presentado al inicio de su camino en busca de la libertad. El caso pasará a manos de un juez en Los Ángeles e incluirá nuevas pruebas reveladas en un documental de Peacock en 2023.
En la cinta, el exintegrante del grupo Menudo, Roy Roselló, confesó haber sido víctima de abusos sexuales por parte de José Menéndez y, además, se presentó una carta que Erik escribió a su prima en la que confirmaba los abusos que sufría.
Ambos elementos respaldan la defensa inicial de los hermanos, quienes alegaron años de abusos sexuales, un argumento que no se les permitió presentar en su segundo juicio conjunto en 1996, cuando fueron declarados culpables y sentenciados a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
También existe la posibilidad de que el gobernador de California Gavin Newson les otorgue el perdón, aunque analistas consideran esto poco probable.