La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ingresa a la lista de las Personas Más Elegantes de 2025 del New York Times desde un lugar que nadie más ocupa. Es la única jefa de gobierno en funciones entre los 67 nombres seleccionados, y su presencia replantea la definición, intencionadamente imprecisa, del estilo en la lista, como algo que puede trascender la ropa y la fama, abarcando el poder, el simbolismo y la acción pública.

En su cita, el Times destaca cómo la presidenta de México ha utilizado prendas bordadas vinculadas a las comunidades indígenas como parte constante de su imagen pública durante su primer año de mandato. Estas decisiones no se consideran caprichos estéticos, sino señales. La administración de Sheinbaum también ha tomado medidas para confrontar a las casas de moda acusadas de copiar diseños indígenas sin reconocimiento ni compensación, convirtiendo la ropa en un elemento de protección cultural y mensaje político.

A partir de ahí, la presencia latina de la lista se expande a los escenarios más ruidosos de la cultura pop. Bad Bunny aparece como una figura que continúa difuminando las fronteras entre el estrellato global, la moda y la identidad caribeña. El artista puertorriqueño pasó el año encabezando 30 conciertos con entradas agotadas en Puerto Rico, siendo nombrado el próximo cabeza de cartel del medio tiempo del Super Bowl y recorriendo lenguajes visuales radicalmente diferentes. Llegó a la Gala del Met con Prada , ofreció conciertos con ropa informal holgada y apareció en una valla publicitaria en ropa interior. El Times considera esa misma gama como una declaración, una prueba de que el estilo actual puede ser una forma de contradicción controlada.

Bad Bunny en la Gala Met 2025

Cardi B completa el trío, representando otra dimensión de la influencia latina. La rapera nacida en el Bronx destacó no solo en las alfombras rojas, sino también en los tribunales, asistiendo a su juicio por agresión civil en Los Ángeles con elegantes trajes de diseñador y pelucas cuidadosamente seleccionadas. Incluso en un ambiente dominado por la sobriedad y la formalidad, el Times destaca cómo Cardi B logró captar la atención y la narrativa a través de su ropa, reforzando su capacidad para convertir la visibilidad en ventaja.

Además de estos tres, la lista reconoce a figuras globales hispanohablantes cuya influencia trasciende las fronteras. El tenista Carlos Alcaraz transformó un descuido en un look de campeón, afeitándose la cabeza antes del Abierto de Estados Unidos y tiñéndose de rubio platino tras ganar el título individual masculino.

@usopen

You look great @Carlos Alcaraz 🧠❤️🥚🥚 #carlosalcaraz #tennis #usopen

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Rosalía fue reconocida por su álbum Lux, donde cantó en 13 idiomas y combinó esa ambición con visuales que convertían las tareas domésticas cotidianas en una interpretación orquestal, particularmente en el video de Berghain. Si bien no son latinas en el sentido latinoamericano, ambas figuras ilustran cómo la cultura hispana continúa moldeando las ideas globales de estilo.

A partir de ahí, la lista se amplía drásticamente. A$AP Rocky se posiciona cerca de la cima como una figura cuya influencia trasciende las instituciones de la moda. Su año incluyó ser copresidente de la Gala del Met, asistir a Cannes con Miu Miu y Saint Laurent y ser nombrado ícono de la moda por el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos, además de convertirse en el nuevo rostro de Chanel. El impacto de Kendrick Lamar alcanzó la escala del Super Bowl, donde su look de medio tiempo con pantalones acampanados generó debate precisamente porque fusionaba nostalgia y modernidad.

@nicolestorydent

Thank you for the trip down memory lane, Kendrick. But also can you link your jeans, please?! They look amazing and we all want them. #relatable #accurate #millennial #momsoftiktok #y2knostalgia #90skid

♬ original sound - Nicole Story Dent

La estética pop surgió de la mano de Sabrina Carpenter, cuya devoción casi obsesiva por el amarillo mantequilla convirtió un color en un motivo recurrente en giras, apariciones televisivas y vestuario. Doechii encarnó el maximalismo, alternando entre trenzas, afros, vestidos con corsé y conjuntos discretos, mientras que André 3000 provocó debate al llevar una réplica de un piano de media cola en la Gala del Met, un gesto que, según el Times, era imposible de ignorar, ya fuera considerado moda o un simple truco publicitario.

Los atletas siguieron difuminando los límites entre rendimiento y presentación. Shohei Ohtani transformó un simple gesto de la mano de un anuncio de cosméticos en un fenómeno viral al liderar a los Dodgers de Los Ángeles hacia otro título de la Serie Mundial. Shai Gilgeous-Alexander consolidó su reputación como el MVP más vanguardista de la NBA al lanzar una zapatilla exclusiva con Converse. Paige Bueckers pasó de campeona de la NCAA a primera selección del draft de la WNBA, con un estilo cuidadosamente sobrio, amplificado por su carisma y presencia en redes sociales. Los deslumbrantes accesorios Labubus de Naomi Osaka fueron aún más allá, convirtiendo un juguete en un tema de conversación en el mundo de la alta costura.

Los personajes e instituciones ficticios también se destacaron. Carrie Bradshaw regresó como referente de estilo al concluir "And Just Like That...". Personajes de "The Gilded Age", "Armas", "Sinners" y "KPop Demon Hunters" fueron tratados como fuerzas culturales, lo que refleja cómo el diseño de vestuario y el fandom ahora se complementan con la moda de las celebridades. Incluso una colaboración con Erewhon para preparar un batido figuró en la lista, un guiño a cómo la marca y el consumo de celebridades se han convertido en experiencias estéticas propias.

La lista también incluye figuras cercanas al poder, no dentro de él. El papa León XIV fue citado por alterar la imagen del papado al combinar vestimentas tradicionales con una gorra de los Chicago White Sox, mientras que Melania Trump fue reconocida por su uso estratégico de sombreros ostentosos como primera dama. Sin embargo, ninguna de las dos ocupa un cargo electo, una distinción que deja a Sheinbaum sola en su categoría.

Ese aislamiento es lo que le da mayor peso a su anuncio. En medio de una mezcla de estrellas del pop, atletas, íconos de la ficción y momentos virales, Claudia Sheinbaum demuestra que el estilo, tal como lo define el Times este año, puede funcionar como lenguaje de liderazgo. Al comenzar con ella y pasar por artistas latinos como Bad Bunny y Cardi B antes de extenderse al resto de la diversidad cultural de la lista, la edición de 2025 sugiere discretamente que la influencia hoy en día se mide no solo por lo que se viste, sino por lo que representa y por quién está dispuesto a llevar ese significado a la luz pública.