Las princesas de York se encuentran atrapadas en un limbo agonizante donde la lealtad familiar choca con el deber real, mientras el controvertido pasado de sus padres continúa dictando sus roles disminuidos dentro de la monarquía británica.

La princesa Beatriz, de 36 años, y la princesa Eugenia, de 34, luchan en privado con la creciente frustración por su exilio permanente de los deberes reales oficiales, un castigo heredado sin culpa propia.

Según fuentes, las consecuencias de los vínculos del príncipe Andrés con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, así como las transacciones financieras de Sarah Ferguson con él, han manchado permanentemente la reputación de las hermanas York y pueden costarles su posición real para siempre.

El peso de un escándalo familiar

Las hijas del duque y la duquesa de York aparentemente están lidiando con el peso de la historia turbia de sus padres. A pesar de mantener un perfil bajo y evitar problemas, la princesa Beatriz, de 37 años, y la princesa Eugenia, de 35, no han podido escapar de la sombra del escándalo del príncipe Andrés.

"Su reputación está en juego simplemente por los pecados de su padre y su madre", declaró una fuente del palacio a la revista Star. "Es profundamente injusto; no han hecho nada malo, pero la percepción pública de su familia los ha convertido en parias".

Desde que se conoció el caso Epstein en 2019, Beatriz y Eugenia han intentado incansablemente reconstruir su reputación. Sin embargo, cada nueva revelación sobre sus padres parece socavar sus esfuerzos, dejándolas con un duro camino por recorrer para establecer su valía dentro de la familia real.

La sombra de Epstein aún acecha

El vínculo del príncipe Andrés con Epstein aún se considera uno de los incidentes más perjudiciales de la historia real moderna. Incluso años después de la muerte de Epstein, la decisión del duque de mantener el contacto con el conocido financiero lo ha mantenido en peligro.

Aunque Andrés ha sido despojado de sus patrocinios y títulos reales, su asociación sigue atormentando a sus hijas. "El daño ya está hecho", afirmó un observador real. "Andrés puede estar fuera de la vista, pero sus acciones han cambiado para siempre la percepción que la gente tiene de Beatriz y Eugenia".

Las hermanas, que crecieron cerca de su padre, han sentido un gran impacto personal. "Lo adoran, pero saben lo que les han costado sus decisiones", declaró la fuente. "Es desgarrador"".

El escándalo financiero de Sarah Ferguson regresa para atormentarla

Como si la relación de Andrew con Epstein no fuera suficiente, el nombre de Sarah Ferguson ha surgido en artículos recientes, vinculándola con el difunto financiero. Ferguson fue criticada por aceptar aproximadamente 15.000 libras esterlinas de Epstein en 2011 para saldar deudas personales y luego enviarle una carta de agradecimiento.

"No se disculpa, y eso es parte del problema", declaró una fuente. Su negativa a condenar por completo a Epstein o distanciarse de Andrew pone a Beatrice y Eugenie en una situación difícil. "Están pagando el precio de sus decisiones".

Ferguson se ha mantenido fiel a Andrew, incluso apoyándolo abiertamente, pero su continuo apoyo ha puesto en peligro las esperanzas de rehabilitación real de sus hijas.

El rey Carlos traza una línea

A pesar de su popularidad entre la generación más joven de la familia real, Beatriz y Eugenia supuestamente tienen prohibido asumir funciones oficiales. Según fuentes, el rey Carlos III ha decidido mantener a sus sobrinas alejadas de eventos reales importantes, como la Navidad en Sandringham y las apariciones familiares clave.

"No es personal, es pura imagen", comentó una fuente. "Carlos no puede arriesgarse a reabrir viejas heridas ni a que el nombre de Epstein vuelva a asociarse con la monarquía".

La decisión ha dejado a las hermanas devastadas. "Estaban listas para servir, para asumir mayores responsabilidades reales", continuó la fuente. "Pero ahora, esos sueños se han visto truncados. Se sienten impotentes y humilladas".

Luchando por reconstruir: hermanas que se mantienen firmes

Entre bastidores, Béatrice y Eugenia continúan con sus respectivas carreras. Béatrice en los negocios y la tecnología, Eugenia en la filantropía y el arte. Aunque forjan vidas plenas fuera de la monarquía, el pasado de sus padres permanece en la sombra.

"Están haciendo todo lo posible para demostrar que son buenas personas e íntegras", declaró una fuente. "Sin embargo, el escándalo familiar les impide seguir adelante. Ha tenido un impacto emocional tremendo".

A pesar de todo, las hermanas se mantienen unidas y se apoyan mutuamente. ""Siempre se han apoyado mutuamente", dijo la fuente. "Ahora mismo, las une la tristeza y la frustración, pero no pierden la esperanza de que algún día la familia real las acepte de nuevo".

Lo que significa para sus prospectos reales

Si sus padres permanecen marginados, Eugenia y Béatrice podrían quedar oficialmente marginadas por tiempo indefinido.

Su camino hacia la resurrección de un papel real depende en gran medida del sentimiento público, de la estrategia del palacio y de si surgen más revelaciones perjudiciales.

En el mejor de los casos, podrían conformarse con roles no oficiales en la filantropía y la vida privada. En el peor, su identidad real podría verse profundamente socavada.

La decisión sobre su destino no es meramente personal: indica si la monarquía puede aislar el escándalo sin un colapso colateral.